Por Alberto Siglióccoli

Un nuevo rebranding, la consolidación como equipo y nuevos clientes destacados signaron el año del antes Grupo Muchnik y ahora MUCH (que propone que se pronuncie en inglés,  “mach”, jugando con la palabra que significa “mucho” en inglés). “Es muy divertido ese guiño, y es parte de la estrategia de rebranding”, dice María Portarrieu, socia en MUCH . “Todos los que formamos parte de este equipo estamos muy orgullosos de nuestra trayectoria y queríamos mantener parte de este nombre que inspiró la creación de nuestra compañía, ya que hoy Laura

Muchnik sigue liderando junto con nosotros”, agrega sobre la fundadora de la agencia.

En la consultora se habían preparado para un 2024 complicado, pero confiesan que finalmente resultó un buen año. “No de los mejores por el contexto que nos acompaña, pero bueno”: en eso coinciden con la mayoría de los consultores encuestados por este servicio informativo.

Ganaron cuentas interesantes y fue un año de consolidación previa a la transición de MUCH. Hoy tienen un equipo bastante formado en todas las verticales que hacen a una estrategia de comunicación multicanal, que es básicamente el centro de su propuesta de valor: como muchas agencias, apuestan a ofrecer más que PR desde las PR.

En la antesala del rebranding, parte de esa transición fue dejar de tener un apellido para pasar a tener una marca que representara a un equipo de trabajo de una compañía global.

En ese sentido, terminaron de conformar este año una mesa de management de seis profesionales que toma todas las decisiones relevantes para el futuro del negocio de la consultora.

En la nueva MUCH señalan que 2024 termina con esta transformación, el nuevo rebranding que se gestó durante todo el año y que ahora están lanzando una vez que los cambios ya sucedieron. 

De Muchnik, Alurralde, Jasper & Asociados, pasando por Muchnik Compañia Contemporánea como una especie de spinoff en el que Laura Muchnik genera su propia firma (que luego se llamaría Muchnik a secas y Grupo Muchnik después), se llega ahora a MUCH con más de un centenar de personas trabajando a nivel global desde una oficina central en Palermo.

En 2024 el portfolio de clientes de MUCH creció un 20% y, dentro de las nuevas adquisiciones, ganó siete cuentas importantes. La consultora empezó a trabajar con Novartis, y también para Savencia (puntualmente para la marca Santa Rosa de quesos), la compañía estadounidense de software Salesforce, el banco Supervielle, la Asociación Argentina de Capital Privado, Emprendedor y Semilla (ARCAP), la compañía de servicios informáticos Arbusta, y el proveedor de bolsas y sobres de papel Romipack. Así que hubo una combinación de grandes firmas globales y también compañías interesantes a nivel local.

MUCH opera con oficina sólo en Buenos Aires, pero tienen equipos locales en otros mercados, algunos que trabajan por proyectos eventuales y otros durante todo el año dependiendo como esté el desarrollo y la madurez de la operación en cada uno de los 25 países en los que está presente.

En MUCH son optimistas con respecto al año próximo sobre todo porque, a esta altura de la compañía, hay una mirada global bastante avanzada y eso le da también cierta flexibilidad al no estar atada solamente a una economía.

Si bien no apuntan a expandirse en un sector especìfico en el 2025, en la consultora confiesan que se llevan mucho mejor con aquellas organizaciones y compañías que tienen un carácter de innovación dentro de su ADN, “porque están más predispuestos a hacer cosas nuevas y distintas, que es lo que a nosotros nos gusta hacer”, explica Portarrieu.

En MUCH explican que trabajan mucho más allá de lo que tiene que ver con un plan de comunicación específico, ya que buscan aportar valor al negocio, lo que implica que no hay muchas fronteras en el diseño del trabajo que llevan adelante.

Aseguran que en la mayoría de sus clientes, MUCH trabaja con el CEO tomando decisiones que impactan en forma directa en el futuro de la compañía y no necesariamente respondiendo a un gerente de Comunicación o Marketing.

As time goes by: las identidades de Muchnik