Escribe Diego Dillenberger
Nada más triste que compartir la noticia de la muerte del más grande del sector de las PR de habla hispana: José Antonio Llorente se fue a los 63 años a causa de un cáncer que le detectaron algo más de un año atrás.
El último día de 2023 se fue el fundador y líder de la mayor consultora de PR de origen español y que se acercó a una facturación de 100 millones de dólares anuales con oficinas en toda América latina. Llorente se fue dejando a su consultora cotizando en la Bolsa de Madrid y con 20 oficinas: en la Argentina, Brasil (São Paulo y Río de Janeiro), Colombia, Chile, Ecuador, España (Madrid y Barcelona), Estados Unidos (Miami, Nueva York y Washington, DC), México, Panamá, Perú, Portugal y República Dominicana. Además, ofrece sus servicios a través de compañías afiliadas en el resto de los mercados de la región.
Publicaciones del sector sitúan a LLYC entre las compañías de comunicación más importantes del mundo. Es la número 36 por ingresos a nivel mundial según el Global Agency Business Report 2022 de PRWeek y ocupa el puesto 42 del Ranking Global 2022 elaborado por PRovoke.
Me tocó conocer a JALL, como lo llamaban internamente, cuando dio su primer paso de expansión de España a la región, y, como era habitual en esos años 90, lo hizo abriendo su primera oficina fuera de España en una Buenos Aires que prometía. Fue en 1996, coincidiendo con el nacimiento de la revista Imagen, en lo que fue la primera capital de las PR de la región.
La Argentina tuvo otros planes. Pero el sector creció pujante en toda la región, y en parte fue gracias a JALL y su empuje de profesionalizar el sector.
“Una firma de PR debe ser como los grandes bufetes de abogados, los mejores profesionales del derecho no querrán trabajar en el departamento de legales de una gran empresa, sino llegar a socio de uno de los grandes estudios, y así deberían ser las empresas de PR”, decía JALL sobre el espíritu de lo que originalmente fue Llorente & Cuenca.
Hoy LLYC apuntaba con adquisiciones a llegar a los 100 millones de dólares de facturación. Su nombre (¿fue una acertada decisión de branding?) se debe a que en 2015, luego de una controvertida separación de su socia catalana, Olga Cuenca, JALL dio el paso del rebranding y su salida a la Bolsa.
José Antonio Llorente, periodista de la agencia EFE que entendió como nadie la evolución de la comunicación corporativa, además de uno de los más grandes profesionales a nivel mundial, se caracterizó por su política de asociar a sus mejores talentos. Actualmente algunos de sus ex socios argentinos están colocados en las mejores empresas: Daniel Felici como así también Pablo Abiad en Pan American Energy, Gustavo Ripoll en Grupo Insud o Mariano Vila en el grupo OSD.
Desde Madrid trascendió que Alejandro Romero asumirá como CEO, algo que ya estaba planificado para dentro de un par de años. Romero fue uno de los socios que fue abriendo de muy joven oficinas por toda América latina.
La oficina de Buenos Aires la había abierto el primer socio de Llorente y la catalana Olga Cuenca, Ignacio Vaca de Osma, que rápidamente fue absorbido por su primer y principal cliente: IBM.
De hecho, el desembarco de Llorente en Buenos Aires estuvo ligado a la decisión de la empresa informática de cambiar agencia y llamar a Llorente & Cuenca para afrontar su crisis más grave: el escándalo de coimas IBM-Banco Nación, en el que la firma estadounidense había pagado sobornos millonarios para obtener contratos de informatización, entre ellos, del Banco Nación, aunque también de otros organismos.
Su buen manejo de una crisis que afectó la reputación de IBM a nivel mundial le sirvió en su momento de trampolín al mundo.
Los obituarios lo recuerdan como gran profesional y a la vez generoso. Fue uno de los principales anunciantes de la revista Imagen y La Hora de Maquiavelo -programa dedicado a la comunicación política y opinión pública- en sus primeros años, acompañando a lo largo de su expansión, pero también de las diversas crisis que sufrió la economía argentina.
El mejor legado de José Antonio será que más consultoras y firmas de PR entiendan la importancia de convertirse en imanes para los mejores profesionales, y no “plan B” cuando no logran ingresar a una corporación.
Desde la revista Imagen acompañamos en el dolor a su familia y sus colaboradores y rogamos una oración en su memoria.