Los llamados a licitación inspiran cada vez menos confianza entre las agencias de relaciones públicas.
Un ejemplo reciente es un llamado a licitación emitido por AT&T este año que Kim Hunter, presidenta y CEO de Lagrant Communications, calificó como una completa farsa y optó por no presentar una oferta, a pesar de que anteriormente había trabajado con el proveedor de telecomunicaciones. Si bien la firma de Hunter es pequeña, las empresas más grandes tampoco se entusiasman con los procesos de selección.
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