Aston Martin está llevando a cabo una revisión interna luego de que su director de asuntos corporativos y gubernamentales, James Stephens, resultó implicado en la difusión de un informe que usó una agencia de relaciones públicas falsa para desacreditar a los vehículos eléctricos y arrojar dudas sobre su efectividad.
El fabricante británico de automóviles de lujo fue nombrado, junto con Bosch, Honda y McLaren, como una de las firmas que encargó una investigación sobre los autos eléctricos a la consultora Clarendon Communications. Los resultados fueron publicados en medios como el New York Times, Daily Mail y Telegraph, pero se descubrió luego que la única persona que figuraba como directora de Clarendon Communications era Rebecca Stephens, esposa de Stephens, de Aston Martin, y enfermera de profesión. De este modo se acabó descubriendo que los hallazgos del informe, al igual que la consultora que los había producido, eran falsos.
Stephens se unió a Aston Martin hace cinco años, y anteriormente había desempeñado cargos similares en Nissan y BAE Systems. El Chartered Institute of Public Relations (CIPR) confirmó que Stephens no es miembro y dijo que “la práctica de ocultar a los patrocinadores de un mensaje para apoyar una causa” violaba su código de conducta.
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