Cristóbal López –luego del ahora preso Lázaro Báez- fue el empresario que más creció en la era kirchnerista, y hoy está sumamente comprometido patrimonialmente y en imagen pública. Llegó a formar un imperio gracias a sus negocios con el kirchnerismo que aun hoy abarca una petrolera (Oil) el Grupo Indalo, con empresas agropecuarias y mineras, y se hizo dueño de la mayor cantidad de casinos y tragamonedas y adquirió –gracias a increíbles perdones impositivos- un importante grupo de medios que aun hoy defienden al kirchnerismo –o lo poco que queda de el- a capa y espada.
Si bien esos medios (C5N, Radio 10, Tiempo Argentino, Ambito Financiero, entre otros) y casi todas sus empresas están embargados y –supuestamente- en manos de un ex gerente, Fabián de Souza, la crítica sin tregua hacia el todavía flamante gobierno de Mauricio Macri no le estaría siendo redituable ni en términos de imagen ni de oportunidades de negocios, amén que esos medios ya no cuentan con la abultada pauta publicitaria oficial y hoy solo dan enormes pérdidas.
“Es el único caso que conozco de empresario que tiene medios para atacar a un gobierno”, dice un RR.PP. que conoce las empresas de Cristóbal López de adentro.
Ante esta situación límite se marchó hace un mes silenciosamente el máximo dircom de López: Esteban López del Pino. Su perfil de Linkedin ni menciona que en los últimos años fue el dircom de Indalo, nombre oficial del holding. Queda al frente de las PR del grupo otro egresado de la Universidad Austral, Diego Mones Cazón, aunque muchos lo ven más cerca de abrirse y seguir los pasos de su ex jefe que de seguir en una empresa con la orden de “tirar a matar” desde los medios al gobierno, mientras van saliendo a flote los escandalosos negociados de ese empresario kirchnerista gracias a la protección oficial.
Las fuentes explican que el gerente de contenidos de C5N, el español José “Paco” Marmol, un ex Telefónica, estaría oficiando de dircom de crisis de López en el proceso de derrumbe de su imperio.
Mientras tanto, buenas fuentes sostienen que López habría sondeado a capitales chinos para vender no solo su petrolera, sino también algunos de sus medios. Está información no pudo ser confirmada, pero las fuentes –del mercado financiero chino- suelen estar bien informadas.
Si bien están embargados para su venta y por la ley de Bienes Culturales, Radio 10 –pelea el segundo puesto del dial de AM- , no podría ser vendida mayoritariamente a capitales extranjeros, la señal de cable C5N sí podría venderse totalmente. Tampoco podría vender completamente a extranjeros una serie de licencias de TV abierta digital que están en su poder.
El gobierno chino podría estar interesado en una señal de cable como C5N, ya que en el marco de una ambiciosa ofensiva de diplomacia pública dotada de 10 mil millones de dólares anuales –según estimaciones occidentales, una empresa del Partido Comunista salió no solo a crear institutos culturales, sino directamente a comprar medios de comunicación. Así lo hizo en Australia y Estados Unidos, particularmente adquiriendo emisoras de radio a través de la oficial China Radio International. Pero también cerró numerosos acuerdos y joint ventures con prestigiosos medios gráficos para editar suplementos especiales sobre China.
Igualmente una fuente del gobierno de Mauricio Macri, que admitió que no podría haber objeciones a que capital chino compre C5N y participe con hasta 30 por ciento en otros medios electrónicos de Cristóbal, recalcó que “primero tendría que resolver el embargo que pesa sobre esos medios antes de pensar en vender”.
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