Walmart es el mayor retailer del mundo por su facturación y el mayor empleador privado de Estados Unidos. También se convirtió en la primera empresa del sector en empezar a desmontar sus políticas “DEI” (por diversidad e inclusión) al compás del sorprendente triunfo electoral de Donald Trump.
La decisión a favor de la “nueva incorrección política” incluye desfinanciar un centro de equidad racial en Estados Unidos que surgió del asesinato por la policía de George Floyd a salirse de un índice de derechos de gays.
Más importante, decidió dar por terminada su política de darle preferencia a proveedores por raza o género y decidió no participar más en un índice de referencia de las empresas que se miden por su apertura a trabajadores LGBTQ+.
La decisión no solo tiene que ver con el triunfo de Trump y el cambio que esto implica en la opinión pública, sino también en un fallo de la Corte Suprema del año pasado que dio por terminada la “acción afirmativa” que debía obligar a Universidades a tomar más alumnos de color por encima de los blancos.
Otras grandes empresas que empezaron a desmontar iniciativas DEI fueron Ford y Harley Davidson.
El caso de Walmart, con 1,6 millones de empleados, es el más impactante del mundo corporativo de Estados Unidos.
Donald Trump ya anunció que su vicejefe de planificación será Stephen Miller, un activista que se hizo famoso atacando a las empresas que anunciaban sus políticas de diversidad e inclusión.