Como el propio gabinete del flamante presidente argentino, Alberto Fernández, los voceros de los ministros clave son un mix de caras conocidas y nuevas. Al frente de la vocería del Presidente está Juan Pablo Biondi, que de por sí es un conocido del sector de la comunicación corporativa y de crisis del sector privado y público.
Su perfil como número uno de comunicación del gobierno peronista es diametralmente opuesto al de los teóricos que rodearon a Mauricio Macri y le hicieron creer al ex presidente que iba a tener mejores resultados apostando más a las redes sociales que a los medios tradicionales para instalar su agenda de gobierno.
Biondi, consultor independiente y de origen peronista, asesoraba desde hacía años a Alejandro Granados, intendente de Ezeiza, y asistió en comunicación de crisis a una larga lista de empresarios con problemas de imagen, entre ellos Lázaro Báez, acusado de testaferro K, y Carlos Tomeo, fundador de la tabacalera Espert. Por eso, la comunicación de crisis, materia desaprobada siempre por la administración anterior, a pesar de que la economía nunca salió en los cuatro años de mandato de Macri del modo crisis, probablemente sea uno de los puntos fuertes de las PR de la gestión Fernández.
Entre los conocidos y las sorpresas de los nuevos voceros vale la pena destacar a Angel Coraggio, ex diario El Cronista y ahora vocero del ministro de Economía, que venía de trabajar en la agencia de PR Ballero/Landoni, pero cuenta con una larga experiencia en comunicación del sector público, desde Banco Nación, pasando por el ministerio de Producción y la Presidencia en la anterior etapa kirchnerista.
Otra sorpresa es Hernán de Arriba, ahora jefe de prensa del todopoderoso ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas, que se desempeñaba en comunicación el Banco Provincia de la gestión María Eugenia Vidal. Coraggio y De Arriba llevarán en la primera etapa de la administración Fernández buena parte de la atención de los medios de comunicación.
Otro caso de un vocero de gran experiencia es el de Matías Sejem, hasta esta semana funcionario de la ciudad de La Plata, pero con años de consultor de PR política: será el vocero de Vilma Ibarra, la secretaria Legal y Técnica de Presidencia. Sejem es “conocido de la familia”, porque fue asesor de Aníbal Ibarra cuando fue jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
También el ministro de Salud, Ginés González García, apostó por una profesional de excelente curriculum, proveniente de la consultoría y paso por la función de comunicación en gobiernos de distintos colores: Norma Madeo, de la consultora Publico&Privado.
Por su parte, la ministra de Justicia, Marcela Losardo, una de las funcionarias de mayor confianza de Alberto Fernández, contará con Nuria Pedregal como encargada de comunicación. Pedregal fue vocera de la ex procuradora Alejandra Gils Carbó y tiene larga experiencia en comunicación del sector judicial.
También llama la atención que varios funcionarios eligieron a familiares para el cargo de Comunicación. Es el caso de Luana Volnovich, al frente de la obra social de jubilados PAMI, que eligió a Guido Volnovich, y el del nuevo ministro de Ciencia y Tecnología., Roberto Salvarezza, que eligió a Nicolás Salvarezza. Por algo se eliminó el decreto del gobierno anterior que prohibía la incorporación de familiares directos en el Poder Ejecutivo.
Otros ministro apostaron por periodistas de trayectoria y vinculados a medios de comunicación progresistas. Un ejemplo es Mercedes Marcó del Pont, que eligió a Tomas Lukin, economista y colaborador de Página12. Daniel Arroyo, ministro de Desarrollo Social, eligió a Pablo Waisberg, redactor de El Destape, el portal de Roberto Navarro, Página12 y Diario Perfil.
Gabriel Katopodis, ex intendente del partido bonaerense de San Martín y ahora ministro de Obras Públicas eligió a un publicitario con larga trayectoria en la comunicación de la función pública: Alonso González Calderón, en la comunicación de la agencia tributaria bonaerense ARBA desde la gestión de Santiago Montoya, en la gobernación de Felipe Solá.
El ministro de Agricultura, Luis Basterra, eligió a Osvaldo Smaldone, un periodista y comunicador vinculado al agro.
El ministro de Transporte, un radical ex intendente de la ciudad de Junín, Mario Meoni, tendrá como vocero a un hombre de la campaña del ex ministro Roberto Lavagna, vinculado al peronismo Federal, Brian Giménez.
El ministro de Educación, Nicolás Trotta, a Nadia Serra, proveniente de la consultora de PR AR & Asociados, de Alejandra Rafuls.
Por su parte, la ministra de Seguridad, Sabrina Frederic, sobre la que se posaron los medios desde el arranque por los hechos de inseguridad, que seguramente no cederán, eligió para el cargo a un hombre con perfil más político que comunicacional: Mario Caputo, un ex diputado bonaerense kirchnerista con experiencia en comunicación del ministerio del Interior de la gestión peronista anterior.
Otros voceros clave son: Marina Céspedes, ex comunicadora en la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires, que va al ministerio de Ambiente de Juan Cabandié. Alejandro Della Maggiora, ex comunicador del gobierno provincial del ex gobernador Daniel Scioli, a YPF.
El ministro de Deportes y Turismo, Matías Lammens, eligió al periodista Alejandro Obeid. La ministra de la Mujer, la ex abogada de la líder piquetera jujeña Milagro Sala Elizabeth Gómez Alcorta, eligió a la corresponsal del canal venezolano Telesur, Sabrina Roth.
El ministro de Cultura, Tristán Bauer, tomó a Laura Cukierman, productora de radio y TV.
El ministro de Defensa, el rosarino Agustín Rossi, eligió a la periodista santafesina Salomé Sancar.
Deja un comentario
Debe iniciar sesión para escribir un comentario.