Durante la reciente crisis que ha envuelto a la línea aérea irlandesa Ryanair, posiblemente la situación más dañina para su reputación ha sido la condena del CEO Michael O’Leary por parte de los propios empleados de la compañía.
Cuando una empresa se enfrenta a críticas generalizadas por parte de los medios o sus clientes, es fundamental que los empleados tengan la lealtad y el compromiso suficientes con la marca para defender su reputación, en lugar de contribuir con el ataque.
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