Dow y Unipar explican qué lecciones en comunicación de crisis pudieron extraer del tornado de 2023 y aplicaron en la nueva tragedia que azotó en marzo al polo petroquímico con una inundación catastrófica
Por Alberto Siglióccoli
Hace quince meses Bahía Blanca ya había sufrido una catástrofe por un fuerte tornado, y ahora el temporal y la terrible inundación del 7 de marzo pasado volvió a poner a prueba la comunicación de crisis de las grandes empresas del área, como las compañías del Polo Petroquímico, un eje estratégico para la industria argentina que transforma el gas natural y algunos derivados del petróleo en materias primas y productos petroquímicos. Ese conjunto tiene empresas como Dow Argentina, Profertil, Unipar Indupa y Compañía Mega, y cuenta con tres unidades productivas: cloro-soda, cloruro de vinilo monómero (CVM) y policloruro de vinilo (PVC).
La inundación afectó gravemente al Polo Petroquímico de Bahía Blanca, dado que más del 50% dejó de operar. Se dañaron las capacidades productivas de empresas como Dow, Profertil y Unipar. Al mismo tiempo, la termoeléctrica Guillermo Brown quedó fuera de servicio. Las usinas térmicas debieron pasar a generar con combustibles líquidos (gasoil y fueloil) para mantener el abastecimiento de energía, mientras que las instalaciones de gas de Transportadora Gas del Sur (TGS) en la zona también quedaron fuera de servicio.
La trágica inundación arrasó con todo a su paso. Se destruyeron o dañaron casi todos los accesos ferroviarios a Bahía Blanca y su área portuaria, lo que afectó la logística de granos hacia las terminales locales e incluso la conexión ferroviaria con Vaca Muerta, en Neuquén. Las intensas lluvias desbordaron arroyos y anegaron calles, afectando viviendas y comercios, se reportaron 16 muertos y hubo numerosas personas evacuadas de sus hogares.
A poco más de dos semanas de a poco está volviendo la normalidad, aunque sigue habiendo graves problemas de conectividad por la cantidad de puentes caídos y asfalto destruido. Transitar por las calles es complicado y lleva mucho tiempo. Además de que, de los seis hospitales que tiene Bahía Blanca hay dos que aún están fuera de servicio.
En este punto cabe preguntarse si, al menos, las grandes empresas pudieron aprovechar algo de esa trágica experiencia de diciembre del 2023, cuando Bahía fue sacudida por un tornado con vientos de hasta 150 kilómetros por hora, que golpeó a la ciudad, dejando también un saldo de numerosos muertos y graves destrozos.
Laura Gutiérrez, Responsable de Comunicación y Comunidad de Unipar en Argentina, explicó que “lo que aprendimos después del tornado fue cómo trabajar de forma remota en equipo y articular acciones entre privados y la comunidad”. La experiencia le permitió a la compañía tener procesos y flujos ya definidos y aceitados, por lo que entonces el nivel de respuesta pudo ser rápido. Agregó que “somos más de 300 personas que estamos activas trabajando contrarreloj, en las operaciones, en recursos humanos, logística y en tareas generales”. Para la responsable de Unipar, “aquí ahora hay objetivos y todos estamos comprometidos, cada uno con lo que sabe hacer”.
En definitiva, la bahiense Gutiérrez fue una más de las tantas personas afectadas. “En lo personal estoy bien, pero extremadamente conmovida y muy movilizada en la ayuda, tanto en representación de la empresa como a nivel humano”, confió a Revista Imagen. “Son días de 20 horas despierta, ayudando, articulando, escuchando, acompañando, mientras que en la planta estamos en cero, parados desde el viernes de la inundación”, señaló.
Unipar es una empresa de capitales brasileños que tiene cuatro fábricas, una de las cuales está en Argentina, en Bahía Blanca. La compañía cuenta con oficinas en la Ciudad de Buenos Aires. “Somos una industria de industrias y nuestro principal objetivo es producir para abastecer al mercado local de insumos básicos para el desarrollo industrial”, sostuvo Gutiérrez. En ese sentido, Unipar Argentina suministra materias primas a diversas industrias. La empresa es líder en la producción de cloro y soda cáustica y la segunda mayor productora de PVC en América del Sur.
“La experiencia le permitió a la compañía tener procesos y flujos ya definidos y aceitados, por lo que entonces el nivel de respuesta pudo ser rápido”
Una red de empleados autoconvocados de Unipar también está ayudando mucho con donaciones y cuadrillas de limpieza, y con el acompañamiento a los afectados desde la escucha. “Como somos productores de cloro, estamos suministrando hipoclorito de sodio a granel (materia prima de la lavandina), y también lavandina envasada en conjunto con dos clientes locales. Ya llevamos más de 50.000 litros de lavandina entregados a los vecinos, a través de los centros de distribución de donaciones”, detalló Gutiérrez.
Por su parte Sofía Lobo, Directora de Comunicación y Asuntos Públicos de Dow Argentina, cuyo complejo productivo está en la localidad de Ingeniero White, una de las zonas más golpeadas por la inundación, explicó que por la experiencia del tornado “sabíamos que debíamos tener objetivos claros para responder de inmediato con acciones concretas, según las necesidades de cada uno de nuestros stakeholders”. La idea de la dircom de la norteamericana Dow era mitigar el impacto en la comunidad, en los empleados de la empresa y sus familias; en clientes y proveedores; lo más rápido posible. “En paralelo con la asistencia a nuestro equipo, garantizar la seguridad de la operación y proteger la reputación de la compañía, era la otra gran prioridad”, subrayó.
Lobo tiene equipo en Buenos Aires y en Bahía Blanca, y estuvo trabajando junto a su grupo en el lugar, a la par con la cabeza de operaciones y todos sus líderes, recursos humanos, negocio, es decir un mix de áreas, dado que “en Dow trabajamos todos como equipo”. destacó.
“De la experiencia del 2023, en Dow aprendieron que las acciones paliativas no son puntuales, sino que deben tener un continuado a lo largo del año”.
Dow Argentina, subsidiaria de la norteamericana Dow Chemical Company, abastece a distintos sectores industriales. Produce poliuretano, químicos especiales, agroquímicos, etileno y polietileno. Además del complejo petroquímico más grande de América Latina, ubicado en Bahía Blanca, Dow cuenta en la Argentina con la planta de Puerto General San Martín, San Lorenzo (provincia de Santa Fe).
De la experiencia del 2023, en Dow aprendieron que las acciones paliativas no son puntuales, sino que deben tener un continuado a lo largo del año. “Si bien ahora pudimos resolver necesidades inmediatas, hay aún mucho por recuperar y para eso, estaremos trabajando mano a mano con la comunidad”. La compañía cuenta con un Panel Comunitario, conformado por un grupo de whitenses que buscan mejorar el lugar donde viven.
“Hace ya diez años que por medio de esta iniciativa los participantes presentan diferentes proyectos para apoyar durante el año y realizamos una votación para elegir a cuáles destinar un determinado presupuesto”, indicó Lobo. A través de ellos, en diciembre del 2023 la compañía pudo apoyar a familias vulnerables desde Dow, donar chapas para reconstruir diversos puntos de Bahía, reconstruir la Escuela N° 58 y dar apoyo a la ONG Clubes de Pie. También consiguió aportar dinero al Programa de Fortalecimiento de Viviendas y restaurar la plaza de Barrio Noroeste e Ingeniero White; además de brindar equipamiento a bomberos y equipos de emergencias.
Lobo comentó que ahora, pese a la inundación, “la planta afortunadamente está en condiciones, operando con personal esencial. El gran golpe esta vez fue para la gente”, subrayó. “Tenemos muchos empleados afectados personalmente en sus casas, y seguimos trabajando para acompañarlos a ellos y a la comunidad de White”, dijo.
Es decir que, pese a contar con la experiencia y enseñanzas que había dejado el tornado hace poco más de un año, la situación ahora fue distinta, incluso porque sus efectos no se extinguieron tan rápidamente. Por eso, la tremenda inundación que azotó Bahía y alrededores constituyó un nuevo desafío para los responsables de comunicación de las grandes compañías. En esta oportunidad además, no sólo debieron dar respuestas a la comunidad sino que las propias empresas resultaron, en mayor o menor medida, afectadas en sus instalaciones o en su operatividad debido a que muchos de sus empleados estaban dentro de los damnificados y, obviamente, ni siquiera había comunicaciones o transporte posible en toda la zona.
Pero ¿qué hicieron las empresas ante el temporal?
“Cuando la alerta pasó a naranja, la tarde del día anterior, empezamos con el manejo de la crisis, y comunicamos a nuestros empleados sobre cambios en las modalidades de trabajo y tareas restringidas”, explicó Gutiérrez.
La empresa dividió las comunicaciones en cuatro públicos: empleados (frente interno), mercado (clientes), comunidad (vecinos de la fábrica), medios (frente externo) y redes sociales (también frente externo). Y a lo largo de toda la semana, desde Unipar se enviaron mensajes a sus empleados a través de todos los canales sobre cómo se reorganizaba el trabajo en la fábrica y los beneficios que iba a dar la empresa, además del cuidado de la salud física y emocional en la atención de la emergencia. “En paralelo, se relevó -entre sábado y domingo- a los 540 empleados para conocer su situación, darles una ayuda inmediata a los más afectados y conocer qué personal disponible teníamos para trabajar”, precisó Gutiérrez.
Por su parte, el complejo productivo de Dow en Ingeniero White no sufrió daños significativos durante la inundación. Sin embargo, “reunimos al Comité de Crisis, principalmente para atender las necesidades de nuestros empleados y de la comunidad”, comentó Lobo. “La comunicación interna y externa fue crucial para una respuesta efectiva, resaltando el compromiso de la empresa con nuestros empleados y la comunidad en la que operamos”, destacó.
Aunque en las primeras horas la comunicación en Bahía Blanca fue algo escasa, los líderes regionales de la compañía se pusieron a disposición de inmediato para brindar apoyo y recursos necesarios a los damnificados. “Bajo el lema #MásBahiensesQueNunca, desde Dow respondimos rápidamente a la crisis, organizando al equipo para actuar en los frentes más golpeados”, precisó Lobo. En cuanto al manejo de la conversación en redes sociales, “nos aseguramos de mantener una comunicación clara y constante” para informar de manera efectiva, tanto a los empleados como a la comunidad general, ofreciendo datos concretos y útiles sobre recepción de donaciones en Buenos Aires y puntos de retiro de donaciones en Bahía.
“Reunimos al Comité de Crisis, principalmente para atender las necesidades de nuestros empleados y de la comunidad”.
Al igual que Unipar, en Dow implementaron programas de ayuda para los empleados damnificados, ya que muchos de ellos fueron afectados directamente y en los casos que no, seguramente tenían algún familiar que sí había sufrido las consecuencias de las fuertes lluvias.
Desde Unipar también decidieron usar intensivamente las redes sociales para canalizar la comunicación de la crisis. Por el instagram @grupouniparlatam divulgaron contenidos de interés para la población en general, con recomendaciones de limpieza, prevención de enfermedades, centros de asistencia con sus productos, por ejemplo lavandina, dado que la empresa produce cloro.
Para el frente externo de medios, Unipar no emitió un comunicado oficial de su situación dado que el municipio, como autoridad de control, ya estaba informando el estado de las operaciones del Polo Petroquímico de forma oficial y conjunta. “Generalmente, las empresas del Polo trabajamos coordinadamente en estos casos, manteniendo comunicación con la Agencia de Producción de la municipalidad local”, explicó Gutiérrez, quien adicionalmente forma parte de una comisión de trabajo de la Unión Industrial de Bahía Blanca (UIBB). Antes de Unipar, Gutiérrez trabajó más de 15 años como periodista: entiende bien a sus ex colegas “del otro lado del mostrador informativo”.
Para el caso de los clientes de Unipar, las comunicaciones estuvieron a cargo del equipo comercial y de marketing y fueron personalizadas para que, además de pasar el mensaje oficial de la compañía, se acordaran modalidades de entregas y ventas dependiendo cada caso.
De cara a la comunidad, las compañías tomaron un fuerte compromiso, siempre en comunicación con el comité de coordinación de la emergencia liderado por el municipio. Por ejemplo Unipar, a través de los grupos de WhatsApp, canalizó comunicaciones aconsejando medidas para el cuidado de la salud y la limpieza. También acompañando con presencia en cada uno de los centros de evacuados los primeros días, y luego con la distribución de donaciones. “Trabajamos mucho para articular la ayuda entre nuestros empleados, clientes y organizaciones de afuera de la ciudad de Bahía Blanca, proveedores y comunidad”,explicó Gutiérrez.
Además, desde Dow se encargaron de coordinar esfuerzos con entidades y aliados estratégicos para maximizar el impacto de las acciones de apoyo solidario y agilizar los envíos a Bahía, además de garantizar una recepción segura. “Trabajamos fuertemente con las demás empresas de la zona, ya que unidos optimizamos los recursos y el tiempo”, subrayó Lobo. Precisamente, durante los primeros diez días luego de la inundación desde Dow conformaron una red de voluntarios en Buenos Aires y en Bahía Blanca para llevar adelante tareas de limpieza, clasificación y entrega de donaciones. Al mismo tiempo, colaboraron con organizaciones locales para la distribución de suministros esenciales.
En el caso particular de Dow, como su planta está en Ingeniero White, trabajó mancomunadamente con la Sociedad de Fomento de esa localidad. En la parroquia de White recibieron la mayor parte de las donaciones, que incluyeron las de muchos de sus clientes y proveedores de todo el país, que se solidarizaron. “Para poder repartir estas donaciones pusimos a disposición nuestra flota de autos y camionetas. Entregamos más de 15 mil kilos de comida, más de 10 mil litros de sanitizantes y 200 colchones, entre otras cosas”, detalló Lobo
En Bahía Blanca en sí misma, el Dow Center, un gran edificio que combina un centro deportivo con oficinas y apartamentos en el frente oeste de la ciudad, brindó techo, abrigo y alimento a muchas personas que tuvieron que abandonar sus hogares inundados y no tenían dónde ir.
Ahora, en toda el área afectada por la inundación, también se empiezan a sentir las demandas económicas de los damnificados. Hay sectores del centro de Bahía donde cerraron el 80% de los locales. ¿Las compañías del Polo Petroquímico darán algún tipo de respuesta ante esta situación?
“Seguramente, a través de nuestra herramienta de financiación de proyectos sociales, estaremos acompañando a alguna ONG con una finalidad determinada”, dijeron en Unipar. Todavía no está decidido si la empresa va a reforzar la financiación, lo analizará al momento de definir los proyectos a mediados de año, “pero quizás lo adelantemos a mayo. Aún está bajo análisis”, precisó Gutiérrez.
Mientras tanto, en Dow remarcaron que ”la experiencia del 2023 nos indica que también en esta ocasión –y durante todo 2025– parte de nuestros esfuerzos y recursos serán destinados a terminar de reconstruir las ciudades de Bahía Blanca e Ingeniero White, tal como lo hicimos después del tornado”.

Las lecciones de Dow y UNIPAR en crisis com. en la inundación del trágico tornado de 2023