Procter fue sorprendida el domingo con un comunicado de la agencia impositiva Afip que la inculpaba por un “delito” que, según se sabe en el mundo empresario, podría ser el pan de cada día de la mayoría de las empresas que participan en el comercio exterior, particularmente empresas con filiales en todo el mudo.

El diario La Nación consignó que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) suspendió el CUIT y la inscripción en el registro de importador y exportador de la filial argentina de la multinacionalProcter& Gamble, tras haber detectado una supuesta maniobra de “sobrefacturación de importaciones por 138 millones de dólares”.

El diario agregó que “el organismo indicó en un comunicado que “suspendió a la multinacionalProcter& Gamble por fraude fiscal relacionado con operaciones de importación desde Brasil que eran facturadas a través de una filial radicada en Suiza” por ese importe. Y sostuvo que “la empresa fugó divisas a sus firmas vinculadas en el exterior”, por lo cual “la maniobra podría constituir contrabando agravado”. Además, informó en el comunicado que se detectó “una diferencia de 19 millones de dólares entre los valores FOB totales de las DJAI [por las declaraciones juradas de importación] y destinaciones de importación asociadas a las DJAI”.

Sin embargo sorprendió el momento, el tono y el altísimo perfil mediático de la ofensiva del gobierno, teniendo en cuenta que Procter venía teniendo buena relación con el régimen kirchnerista: la presidenta Kircnner asistió a actos en los que se anunciaron inversiones, y la empresa norteamericana participa en el programa Precios Cuidados, mediante el cual el gobierno se muestra activo en el control de la gravísima inflación que azota al país como consecuencia de sus propias políticas económicas.

El diario de negocios kirchnerista BAE reveló que el organismo impositivo tiene en la mira a no menos de 15 multinacionales por las mismas imputaciones. El diario oficialista informó también que “según la información recabada por este diario, entre las compañías involucradas hay varias multinacionales con décadas de presencia en el país, incluidos otros gigantes del consumo masivo. También, según confirmaron desde el Gobierno, hay empresas de electrodomésticos y otros sectores más específicos”.

El comunicado oficial reveló también que el gobierno elevó una nota a la SEC (Securities and Exchange Commission) de Wall Street, con lo que queda en evidencia que el gobierno pretendía afectar seriamente la imagen de la empresa a nivel global.

Para entender el trasfondo de esta maniobra del gobierno: el “cepo cambiario” rige desde hace tres años y limita totalmente a las empresas girar ganancias al exterior. Pero la prohibición a las multinacionales de enviar remesas de utilidades al exterior ya lleva cuatro años.

“Es imposible imaginar que una multinacional siga operando sin chistar durante cuatro años en un país en el que no puede retirar un solo dólar y sin siquiera tener un panorama claro de cuándo podría volver a hacerlo”, se sinceraba un consultor de public affairs que asesora a multinacionales. “Los mecanismos de sobrefacturación de importaciones intracorporaciones son un mecanismo por el cual las empresas pueden compensar ese cepo, y, gracias a esos mecanismos, las corporaciones han seguido invirtiendo y manteniendo puestos de trabajo”, explicó el consultor que aclaró que no está al tanto de la operatoria puntual de Procter.

En la mira de la Afip podrían estar incluso empresas argentinas que importan y exportan entre filiales o asociadas y que sobrellevan las absurdas limitaciones y el cepo cambiario sobrevalorando importaciones y subvalorando exportaciones. La absurda política económica argentina ha llevado al país al borde del colapso externo: sin una inyección de dólares urgente, la Argentina podría quedarse sin reservas en divisas durante 2015 y colapsar en una crisis hiperinflacionaria.

Otro consultor, asesor de numerosas empresas norteamericanas, advierte que las corporaciones están preparando a sus principales directivos para enfrentar crisis provocadas por la investigación de la Afip y, eventualmente, mudarse a Uruguay para dirigir desde allí sus filiales.

Un consultor de Asuntos Públicos, que también eligió el anonimato, opinó que la decisión de salir un domingo y con un perfil tan alto queda plasmada en el enorme despliegue que le dieron a la operación los diarios oficialistas, y analizó que el timing tiene que ver con la ofensiva diplomática personalísima de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner contra el gobierno de Estados Unidos. La mandataria argentina sostiene que la administración Obama no ayudó al país en la pelea con los “fondos buitre” que triunfaron en el litigio por obtener el pago completo de sus bonos argentinos en default. El viernes, el gobierno publicó una agresiva carta a Obama, de fuerte tono “chicanero”, con la firma de la propia mandataria, en la que exige al gobierno de Washington no designar en un cargo secundario a una abogada que asesoró a los fondos buitre.

“Lo de Procter es una forma de llamar la atención de Washington con el mensaje de “nosotros podemos dañarlos”. Por otra parte, los mismos fondos buitre han dado suficiente información sobre una investigación de sobornos y lavado de dinero que involucraría a la mandataria argentina y que la usarían para obligar a Buenos Aires a sentarse a negociar el pago de la sentencia con los fondos buitre.