El miércoles más de 60 editores de diarios y portales periodísticos de todo el país arrancan en la localidad santacruceña de El Calafate un ritual anual, pero que esta vez estará coronado por primicias, “primeras veces” y muchos datos insólitos y picantes: la asamblea de socios de Adepa (Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas).
La entidad -que celebra su 60. Asamblea anual en la remota provincia de Santa Cruz- está presidida por Daniel Dessein, editor de la Gaceta de Tucumán.
El primer dato curioso es que la cumbre de Adepa en la provincia de los Kirchner va a deliberar en un hotel lindero con el jardín de la casa de la vicepresidenta Cristina Kirchner: allí se reunirán editores de todos los colores políticos para actualizarse en nuevas tendencias editoriales, comerciales y periodísticas y conocer la marcha de la entidad, además de renovar autoridades.
Otro dato insólito es que el anfitrión -todas las asambleas se realizan con un medio local de “ancla”- es nada menos que OPI Santa Cruz, un portal nacido en 2004 y que nunca llegó a tener edición en papel: es la primera vez que un periódico “nativo digital” encabeza una asamblea de Adepa. Entre sus casi 200 socios hoy hay muchos medios nativos digitales -entre ellos Infobae- pero hasta ahora ninguno fue organizador de una Asamblea.
Pero lo más curioso no es ese dato anecdótico, sino que el portal OPI (Organización Periodística Independiente) se hizo muy conocido y reconocido a nivel nacional 15 años atrás por convertirse en una de las principales fuentes primarias de las investigaciones del periodista Jorge Lanata sobre la corrupción de la que se sospecha al kirchnerismo a nivel nacional, pero originado en la provincia de Santa Cruz.
Su principal editor, Francisco Muñoz, es regularmente entrevistado en los medios nacionales para entender, por ejemplo, los detalles locales de la causa “Vialidad”, por la que la fiscalía pidió para la vicepresidenta una condena de 12 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos: el grueso de las malversaciones que se le imputan a Cristina Kirchner como “jefa de una asociación ilícita”, se habrían iniciado en esa provincia, que el kirchnerismo gobierna desde hace casi tres décadas.
Muñoz también es consultado como experto de los manejos de una provincia que no se resigna a retroceder constantemente en su institucionalidad democrática, como cuando -hace días- nombraron miembro del Tribunal Superior de Justicia a un abogado sin ejercicio de la profesión que tiene como principal mérito ser íntimo amigo del diputado Máximo Kirchner, el hijo de la vice.
OPI Santa Cruz es un medio Pyme, fundado por Muñoz y Rubén Lasagno y que hoy cuenta con cuatro profesionales por todo staff. Pero su impacto de audiencia es inversamente proporcional al tamaño de su dotación: un millón de usuarios únicos por mes, según Google Analytics.
La cumbre de Adepa en “Tierra Santa” y a metros de la mansión de la vicepresidenta -que ella llama “mi lugar en el mundo”- va a ser un cónclave apolítico, plural y más bien centrado en temas técnicos y procesos protocolares.
Sin embargo, en momentos en los que el gobierno del presidente Alberto Fernández no deja de jugar con la idea de promover una “ley contra el discurso de odio”: el kirchnerismo ha acusado una y otra vez a los medios independientes por la información que dan sobre los graves problemas en la gestión del país. También le molestan los desarrollos informativos de las causas judiciales de los Kirchner y los acusa de formar parte de una conspiración (lawfare) de los medios, la oposición y la justicia contra el peronismo.
Desde el fallido atentado de la banda de “Los Copitos” contra la vicepresidenta se sumó a coro la peligrosa acusación del kirchnerismo a los medios de que informando sobre esas anomalías promueven ese presunto “discurso de odio” por informar y opinar.
Por eso los socios de Adepa esperan que el tradicional informe de la Comisión de Libertad de Prensa de este año probablemente suene más duro que de costumbre: serán palabras que casi se podrían oír desde los jardines de la ex presidenta.
Otra curiosidad es que el hotel en el que se llevará a cabo la asamblea es también lindero a otro albergue turístico convertido en “famoso” por las investigaciones periodísticas y las causas judiciales: “Los Sauces”. Ese hotel le da nombre a una de las acusaciones de lavado de dinero vinculadas al empresario condenado por testaferro de los Kirchner, Lázaro Báez: “Hotesur/Los Sauces”. Al empleado bancario convertido en principal constructor de obra pública de esa provincia con la presidencia Néstor Kirchner lo acusan de “lavar” sobreprecios de sus obras públicas contratando habitaciones -que no usaba- en ese hotel. ¿Propietaria del suntuoso Los Sauces? Una empresa de la familia Kirchner.
El hotel está hoy cerrado, y la “Causa Los Sauces” fue clausurada en primera instancia extrañamente antes de que llegara a juicio oral. Pero ahora la marcha de “Vialidad” forzosamente llevaría a reabrir esa “contracara” del presunto sobreprecio en la obra pública: los “retornos” mediante la reserva de hoteles de los Kirchner que sumarían casi mil millones de dólares.
OPI, con sede en la capital, Río Gallegos, le hace honor a su nombre de “independiente” porque, según explica Muñoz: “Somos críticos de todos: el gobierno provincial, las gestiones municipales y las empresas constructoras de la provincia”. Y recalca que también es “crítico de los principales líderes de la oposición: Mariana Zuvic y Eduardo Costa”.
De hecho, no es la primera vez que Adepa realiza una asamblea en Santa Cruz. Pero la anterior se realizó en Río Gallegos en 1990 y el anfitrión fue un socio que hoy ni se acercaría a El Calafate: La Opinión Austral, uno de los medios más afines al kirchnerismo provincial.
Pero OPI, a diferencia de ese medio colega, no cuenta con pauta publicitaria del gobierno de la provincia ni ninguna de las municipalidades de ese remoto territorio patagónico. Todo lo hace a pulmón y hasta cuenta con algunos auspiciantes provinciales que -temerosos de las “vendettas” oficialistas- lo apoyan pero prefieren no aparecer entre sus banners. La mayoría de los anunciantes provienen de Buenos Aires y de la “programática” que pauta mediante algoritmos.
Otra forma de supervivencia es ofrecer servicios y consultoría audiovisual
“Pancho” Muñoz lo dice con todas las letras: “No nos interesa que nos condicionen. No nos llevamos bien con nadie”. Promete una Asamblea superlativa.