Es difícil haber sido muchos años líder de una consultora de PR o Asuntos Públicos sin que se hubiera sufrido alguna situación por la que es mejor buscar un abogado: desde colaboradores infieles que se van robando clientes, clientes que les roban las ideas a sus agencias para después aplicarlas con una consultora rival: “es parte del riesgo de ser consultor”, dice anónimamente el dueño de una agencia argentina de PR que participó de un panel en el que se consultó con jefes de agencias qué probabilidades y en qué circunstancias recurrirían a la justicia.
Ante la pregunta de si recurrirían a acciones legales, la situación que registró las más altas probabilidades por parte de un panel anónimo de 27 consultores es el de un colaborador sustraiga información confidencial de la agencia: el 58 por ciento cree que es “alta” la probabilidad de recurrir a la justicia, y el 12, mediana: Solo el 30 por ciento cree poco probable hacerlo.
Similar es la proporción de los agentes que recurrirían a cámaras sectoriales o instituciones que agrupan al sector para denunciar al empleado infiel.
Pero ante una situación semejante, muy pocos dijeron que acudirían a las redes sociales o los medios para “cancelar” al sujeto infiel. “Lo comentaría con clientes y amigos”, sostuvo un consultor. “Se lo haría saber a todo el mercado”, dijo otro, aunque un tercer panelista sostuvo que no es conveniente generar conflicto.
Mucho más corriente es el caso de colaboradores que se pasan a una agencia rival llevándose directamente a un cliente. No obstante, la mayoría (más de 80 por ciento) afirma que no acudiría a la justicia: “son las reglas de juego de este negocio”, dijo un consultor. Sin embargo uno de sus colegas sostiene que el problema de ética está más del lado del cliente que del colaborador y que en ese caso es conveniente “hacer conocer la situación al mercado”.
Por eso más alta es la probabilidad de que las agencias acudan a quejarse del cliente y el colaborador infiel a las respectivas cámaras y asociaciones profesionales: 55 por ciento entre alta y mediana.Mucho más compleja es una situación que se da en ocasiones y es que una empresa invite a agencias a presentar propuestas de planes de comunicación y después ver a una agencia rival ejecutando ese mismo plan: los participantes ven más alta la probabilidad de no recurrir a un abogado (60 por ciento) que de hacerlo (40 por ciento), pero sí ven alta la probabilidad de ventilar el caso en cámaras e instituciones empresarias: 67 por ciento.
En lo que prácticamente están de acuerdo los consultores es en que no irían a los medios o las redes a ventilar su venganza: para la tres cuarta parte esa alternativa es improbable.
Los consultores coinciden en que “lamentablemente, son las reglas del juego” y apelan a “confiar en la ética de las personas”.
Un consultor reclama que se reglamente que las empresas paguen por los pitchs en los que exigen propuesta sin la condición de contratarlos. Otro que se golpeó varias veces la cabeza contra la pared fue más claro: “Me pasó muchas veces. Ya no presento propuesta estratégica hasta que no esté aprobado el fee, lamentablemente”.