“Tendenciosa e injusta”, “nefasta y sesgada”, “tiene conceptos antiguos”, “exagerada” dijeron los detractores.
“Hay malos profesionales en todos los ámbitos”, “La nota confunde imagen con reputación”, “La crítica ayuda”, dijeron otros en un sondeo de este servicio a profesionales del sector.
Para los que estuvieron de acuerdo, “el periodismo se siente invadido por las PR porque hay muy poco profesionalismo”, “Los juniors ganan terreno con sus faltas de profesionalismo. Se dirigen al periodista como si tuviera alguna obligación con ellos. No son eficaces.”
Hay para todos los gustos, pero el debate fue importante en el sector en todo el mundo: la revista The Economist publicó una nota muy dura con los consultores de PR sobre “los peligros de las RRPP”: no solo los tilda de molestia para el periodismo, sino que alerta a las empresas que se llevan cada vez más porciones de su presupuesto sin justificar su función.
Afirma la prestigiosa revista británica, líder de opinión de gran cantidad de CEOs en todo el mundo, que el trabajo de las PR no suele reflejarse en los balances. La nota fue reproducida en Argentina por el diario La Nación.
En el círculo Dircom fue muy debatida, y muchos la consideraron injusta, a pesar de que pagan justos por pecadores: “El mal desempeño de algunos agentes va minando la confianza del éxito en sus roles y en la relación con corporaciones y medios de comunicación”, dice uno de los profesionales argentinos anónimos que contestaron la encuesta.
La nota es realmente durísima. Para muestra, un botón:
“En la práctica el trato de la mayoría de los periodistas con los profesionales de relaciones públicas se asemeja “el día de la marmota”. Día uno: la persona de relaciones públicas envía un correo acerca del cliente. Día dos: la persona de relaciones públicas envía un nuevo correo para verificar si el periodista recibió la misiva anterior. Día tres: la persona de relaciones públicas llama al periodista para asegurarse en forma absoluta de que es consciente de la existencia del correo. Día cuatro: el agente de prensa envía un nuevo correo sobre el mismo cliente y el proceso recomienza”.
Esta descripción del accionar de RR.PP. no es desacertada en lo más mínimo, aunque retrate los peores ejemplos de la práctica profesional y no la regla.
Pero la nota aparece justo cuando se estaba publicando una nueva edición del Media Report de la consultora Global Results Communications que, a pesar de los “plomos” del sector, está diciendo todo lo contrario: más del 80 por ciento de los periodistas encuestados admiten que dependen de los PR para obtener y completar su información. Fue una encuesta a más de mil periodistas de Estados Unidos. La gran mayoría de ellos valora la relación con profesionales de PR, y apenas el diez por ciento la considera “poco importante”.
Incluso el 28 por ciento de los periodistas consideró que su relación con los profesionales de PR es “clave”.
El 60 por ciento de los periodistas dijo en esa encuesta que el comunicado de prensa sigue siendo una fuente clave para su trabajo, aunque no valoraron tanto los llamados y los kits de prensa. También criticaron mucho que las gacetillas suelen ser demasiado “promocionales” en tono e información.
De todos modos, el 80 por ciento considera que la información escrita enviada por los PR “ayuda” en mayor o menor medida.
Los periodistas en esa encuesta solo piden “respeto” y “comprensión” por parte de los PR por el trabajo que hacen.
En el caso de la nota de The Economist reproducida en Argentina por el diario La Nación, el 55 por ciento de los profesionales encuestados que respondieron no la había leído, y lo hizo específicamente para contestar el sondeo.
Luego, el 70 por ciento admitió que el retrato nefasto de las PR que hace la revista inglesa “en parte es cierto, hay profesionales que trabajan mal y afectan a nuestro sector”.
El 20 por ciento considera que la nota “está escrita con mala intención”, y que “las RR.PP. contribuyen a mejorar la reputación empresaria”.
Apenas el 9 por ciento cree que es totalmente cierto, que los RR.PP. solo molestan al periodismo y no obtienen resultados”.