El.Parlamento.inglés enfrenta.a.los.lobistas

 

Un influyente comité de miembros del Parlamento inglés propone una radical regulación de la industria del lobby en el Reino Unido – incluyendo la creación de un registro fijado por ley para los lobistas.

El informe pide un registro fijado por la ley de lobistas, en el cual tanto las consultoras como los equipos internos deberán figurar.

Bajo el nuevo sistema, todas las agencias de lobby deberán proporcionar los nombres de sus clientes.

Los lobistas también estarán obligados a detallar la lista de todas sus reuniones -incluyendo almuerzos- con miembros del Parlamento y demás funcionarios.

La radical propuesta sacudirá a la industria de asuntos públicos.

Durante un sondeo realizado el año pasado, los parlamentarios recibieron quejas de un número de prominentes lobistas, quienes se pronunciaron en contra de cualquier regulación de la industria.

Pero en el informe presentado, los miembros del Parlamento inglés concluyen que la mayor parte de los argumentos contra la regulación son “exageraciones”.

Además de un registro, el comité propone que es necesario crear un gabinete integrado por figuras externas al sector, para supervisar y regular la ética de las actividades del lobby.
El informe estipula que deberían dar a los lobistas seis meses para establecerlo. En caso contrario, el Gobierno debería tomar medidas con un proyecto de ley.

El parlamentario Tony Wright, presidente de comité, dijo a PRWeek: “El lobby realza la democracia, pero también puede perturbarla… Nuestra propuesta puede parecer radical, pero está diseñada para ser proporcionada y eficaz”.

“La transparencia es la clave. Hay un interés público en saber quién hace lobby con quién y sobre qué cuestión. Nuestra propuesta demuestra que eso puede ser alcanzado de un modo razonable”.

A partir de la presentación del informe, el gobierno británico tendrá tres meses para considerar la propuesta y dar una respuesta al respecto.

El plan fue recibido con entusiasmo por La Alianza para la Transparencia en el Lobby, agrupación que declaró: “Esto demuestra que el status quo ya no es una opción. La gente tiene derecho a saber qué grupos tratan de influir al Gobierno”.

En cambio, el presidente del holding británico de PR, publicidad y marketing Chime Communications, Lord Bell se quejó: “Es un reporte incompetente que no aporta nada – ni en sus análisis ni en sus recomendaciones – para ayudar a la gente que le preocupa que el Gobierno pueda estar bajo influencias indebidas”.

La Asociación de Consultores de Relaciones Públicas (PRCA, según sus siglas en inglés) tomó una posición igualmente estridente. Su director general, Francis Ingham, denunció el alto costo y dificultad de aplicar la nueva estructura propuesta por los diputados. “Simplemente no aceptamos que la autorregulación eficaz es irrealizable, o que una nueva regulación sea necesaria”, agregó.