“Híbrida”. Así la llama un consultor de PR la forma en que sobre el final del distanciamiento se está volviendo a trabajar en las consultoras: parte presencial y parte remota, y, por lo visto, esa modalidad de trabajo vino para quedarse en el mercado de las agencias de comunicación, PR y Asuntos Públicos en Argentina.
En ese sentido, pese a la grave crisis económica que sacude a la Argentina, los consultores de PR se ven confrontados con el mismo problema que en el resto del mundo: muchos empleados le tomaron el “gustito” al trabajo remoto y no quieren saber nada de volver más los cinco días de la semana el día entero a la oficina, con la larga movilización que implica una megalópolis como Buenos Aires y el tiempo de viaje que eso significa.
Según un sondeo propio al sector, a raíz de la pandemia el 22 por ciento eliminó directamente sus oficinas, otro 30 por ciento se mudó y achicó la oficina y menos de la mitad mantuvo sus sedes de antes de la pandemia.
De los 23 consultores que contestaron la encuesta de Revista Imagen apenas uno, equivalente al 5 por ciento del panel, volvió con su equipo a la presencialidad prepandemia. El resto está eligiendo modalidades flexibles diversas, y la mayor parte, 43 por ciento, mantiene totalmente el trabajo remoto. El 22 por ciento lo hace parcialmente, y el 30 por ciento, si bien volvió a la oficina, mantiene parcialmente algo de trabajo remoto.
En todo el mundo se está dando una “gran renuncia” a los trabajos formales al final de la pandemia -o de la peor parte de ella- en los países desarrollados que ofrecen más oportunidades. No es el caso de la Argentina, pero algo cambió y no es muy diferente: la modalidad 100% presencial será más bien la excepción y no la regla en el día a día del trabajo.
“Cambiamos la modalidad de trabajo a totalmente flexible. Lo que antes era un beneficio (estar remoto) hoy pasó a ser lo natural e ir a la oficina es optativo y no mandatorio”, explica un consultor.
Según los consultores, sus colaboradores piden en un 44 por ciento poder seguir trabajando aunque sea parcialmente en forma remota”.
Luego los “blends”, como lo llamó otro consultor, son variados. Algunos prefieren trabajo remoto, mientras que otros prefieren el presencial en la misma consultora y otros aceptan volver a la oficina, aunque con flexibilidad. En apenas 9 por ciento se da el caso de que prácticamente nadie pida mantener el trabajo remoto que caracterizó estos casi dos años de pandemia.
Pero sobre qué es mejor no hay unanimidad, y es posible que eso se mantenga en debate durante bastante tiempo. “La realidad de que el hombre es un ser social se impone por encima de los gurúes de la nada”, opinó un consultor.
Con él coincidía otro dueño de agencia de PR: “El equipo ansiaba volver a cierto nivel de presencialidad en mayor medida a lo que esperaba”. Otro esboza una tesis contraria al “nuevo sentido común de la nueva normalidad”: “la presencialidad aumenta la productividad y salud mental de los colaboradores”
En el otro extremo algunas consultoras, como BrandPartners, nunca conocieron otra forma de trabajo que la remota: “Hace muchos años que Brand Partners funciona de manera remota, en este sentido la pandemia no modificó la operación. Tenemos una oficina para la recepción de correspondencia y reuniones pero el día a día se desarrolla virtualmente hace más de 10 años”.
Un competidor, Smok Media, está en la misma modalidad: “siempre hemos trabajado remoto, por lo que la pandemia no nos afectó sino que nos agarró ya encaminados y acostumbrados a esta modalidad. Actualmente tenemos una oficina solo para socios, porque los colaboradores trabajan desde sus casa salvo que se requiere alguna reunión presencial”.
Otros siguen manteniendo voluntariamente el esquema de “burbujas”: Por burbujas, con equipos bien diferenciados por grupos de cuentas (antes había más cruces). Con reuniones presenciales una vez al mes para la integración”
Otros directamente llaman a su nuevo esquema 3×2: solo dos días de trabajo en la oficina.
Para otros, “home office a full”.
Muchos lo llaman “híbrido”, otros, “blend”, otros “autorregulación”.
Lo cierto es que uno de los jefes de agencia de PR parece dar en la tecla: “Nunca más será como antes”.
La mayoría de los colaboradores de las consultoras de PR pide diversos grados de home office.