Tres académicos del Reino Unido cuestionaron la táctica del uso de celebridades por organizaciones benéficas; incluso, uno de ellos la calificó como “generalmente ineficiente”.

Una encuesta a más de 1000 personas reveló que el 66% es incapaz de vincular a una celebridad con una lista de siete organizaciones benéficas destacadas.

Sin embargo, la investigación, publicada en el Diario Internacional de Estudios Culturales, indicó que a menudo la propia imagen del famoso sí es elevada.

Sin embargo, Jane Cooper, dircom Unicef en el Reino Unido, defendió el empleo de famosos. Cooper destacó el trabajo de caridad con el actor Tom Hiddleston, por el cual –dijo a la revista británica PRWeek− un grupo de admiradores espontáneamente montaron su propia página web de donación y juntaron más de 50 mil dólares para Unicef.