La Casa de Moneda relanza su identidad, y lo hizo con recursos internos. A cargo de la tarea estuvieron el máximo jefe de comunicación, Enrique Mouján, y su asesor, Orlando Di Pino. Desde mayo de 2020, en medio de la más férrea cuarentena.
Tuvieron que armar una estructura nueva y restablecer el vínculo con el personal, que estaba muy deteriorado.
Entre Mouján y Di Pino armaron un manual de crisis (la Casa de Moneda se enfrenta a una demanda creciente de billetes a causa de la aceleración de la inflación) y no podía faltar la renovación de la identidad: “tuvimos en claro que el rediseño de nuestra marca corporativa debía responder a las necesidades y estilos del mundo digital actual, tanto en su morfología como en sus aplicaciones. Esta nueva marca debía representar el salto al terreno digital y a un nuevo paradigma organizacional y productivo; sin olvidar nuestros 145 años de trayectoria como empresa del Estado argentino y nuestro compromiso por la excelencia en el diseño, la creatividad y la seguridad”, explican en la entidad dirigida por el ex gobernador mendocino Rodolfo Gabrielli.
Explicaron que la idea, el diseño y la coordinación de este proyecto “fue llevado a cabo enteramente por los equipos de nuestra casa” y destacan que lo novedoso en este proceso fue que “nuestra Comunidad de trabajadores votó en forma digital y en urnas, en ambas plantas (Retiro y Don Torcuato) tres variantes posibles del nuevo isologo con el objetivo de presentar y fortalecer el sentimiento de pertenencia”.