LLYC, la ex Llorente & Cuenca, realizó un estudio generacional de consumo en la región latinoamericana, junto a Audience y un desk research, a través del cual logró establecer el correcto entendimiento social y cultural que mantiene cada generación.
Dentro del análisis, los expertos digitales de la consultora española de PR afirman que la economía global, pero en especial la de América latina, se vio afectada por la pandemia. El estudio señala que “la acción de sus gobiernos se ha llevado a cabo bajo un modelo de prueba-error”, por lo que sus sociedades se han visto afectadas gravemente en la economía nacional.
De igual manera, observan que más de la mitad de la población de diferentes países, considera que a causa de la pandemia de COVID-19, sus ingresos se vieron afectados. Como bien sabemos, Argentina es uno de esos países.
En la generación más joven, los centennials o Z, consideran que fueron los impulsores de las monedas digitales, en otras palabras, a una temprana edad, decidieron tomar riesgos para aumentar su capital. Incluso, al ser una de las generaciones que responde a la inmediatez de cada asunto, creen importante y necesario buscar maneras de ahorro para cumplir con sus necesidades.
Sobre la esperanza que los centennials tienen en la economía del país, los resultados son bastante negativos. Los jóvenes están adoptando, por la pésima percepción histórica de la economía argentina, una visión con un futuro poco favorable en el aspecto económico, con escasa credibilidad en la estabilidad financiera. Por otro lado, el informe concluye que el pesimismo no implica una “falta de ganas”, sino que prioriza otros aspectos de su vida, como el ahorro para un futuro en el que se superen las restricciones locales impuestas por las políticas económicas vigentes.
A la hora de analizar a la Generación Y o millenials, el estudio observa que este grupo tiene “conciencia” de que deben tener dinero para subsistir, pero que por la pandemia, sufrieron una gran baja en sus ahorros para el sustento familiar. Inclusive, no ven con buenos ojos la inversión en criptomonedas, por la gran volatilidad e incertidumbre que generan. También, esta generación cree que la economía argentina seguirá empeorando, lo que les genera gran preocupación y pesimismo.
En cambio, la Generación X es la generación con más optimismo en que la economía mejorará, logrando mantener diferentes métodos de inversión y ahorro durante su vida. Igualmente, es la más deseosa en que vuelva la “vieja normalidad”. A pesar de tener cierto pesimismo actual en lo económico, por la fuerte inflación que se vive y falta de ahorros e inversión, mantienen el optimismo a futuro.
Por último, sobre los Baby Boomers el estudio señala que “crecieron en la era del optimismo”, y eso se ve reflejado en una visión positiva en que la economía argentina mejore. Asimismo, esta generación argentina mantiene un alto nivel de no-ahorro y no-inversión por la inflación sufrida, por lo que ese dinero está destinado a gastos personales y a sus seres queridos.