La estrategia de marketing del presidente Barack Obama y su puesta en práctica durante la campaña fue segmentada con precisión, y los mensajes fueron enérgicos y claros. El Partido Republicano simplemente no tuvo estrategia de marketing en esta elección, según el autor del artículo, el experto en marketing y branding John Tantillo.

Desde el mismo comienzo, la campaña de Mitt Romney no fue realmente capaz de definir claramente a su candidato, o de conectarse verdaderamente con los segmentos del electorado que en última instancia decidieron el resultado de la elección ─ las mujeres, los hispanos y los jóvenes.

Por el contrario, Obama se aseguró de conectar con los votantes que necesitaba ─ que eran muchos, ya que el Presidente no contaba con el apoyo de la mitad del país. Pero su campaña estuvo signada por un marketing activo, en combinación con un gran trabajo de campo que resonó en los Estados que no estaban definidos, lo que lo ayudó a conservar la mayor parte de sus partidarios de la elección de 2008.

“Guste o no, el buen marketing depende de la clase de humildad que no da por hecho ningún voto hasta que pueda ser contado ─ y evita la trampa de confundir que las cosas que importan a los partidarios incondicionales, importan a la enorme mayoría de votantes”, señaló Tantillo. “Una trampa en la que, creo, los republicanos cayeron”, concluyó.