El movimiento Me Too llegó para cambiar radicalmente el mundo laboral, y el sector de las relaciones públicas en Argentina no está exento de sus consecuencias devastadoras para los denunciados y las empresas para las que trabajan. Durante el fin de semana, horas después de las manifestaciones mundiales por el día de la mujer, Personally, la más veterana y reputada consultora de relaciones públicas del mercado argentino, entró en crisis luego de que una ex colaboradora posteara en Facebook su enojo por versiones de acoso laboral y “donjuanismo” por parte de uno de sus socios, Marcelo Altuna.
A raíz del posteo -que su vez respondía enojada a otra publicación en esa red por Andrea Canónica, directora de Personally y esposa de Altuna, una docena de ex colaboradoras de Personally salieron a describir situaciones de acoso laboral y “donjuanismo” (en ningún caso se describe abuso sexual concreto) por parte de Altuna. Muchas otras ex colaboradoras participaron simplemente alentando y expresando apoyo a las denunciantes.
A las 24 horas del primer posteo, los apoyos y likes se contaban de a cientos, y el escándalo llegó a los medios: el canal TN contactó a una ex colaboradora, hoy directiva regional de publicidad de Google, que avaló los testimonios de sus ex colegas de Personally.
Para ese entonces, el Consejo Profesional de Relaciones Públicas emitió un comunicado sin mencionar el caso puntual de Altuna repudiando “cualquier comportamiento contrario a los estándares de ética que promueve la institución”.
En las múltiples denuncias –algunas verdaderamente desgarradoras- no se hacen referencias concretas a casos de abuso, sino más bien a una actitud donjuanesca de Marcelo Altuna, aunque sí hacen mucho hincapié en el maltrato y humillación laboral hacia su altamente rotativo plantel de pasantes y jóvenes ejecutivas. Las críticas se dirigieron también a su esposa, Canónica, una de las principales directivas de la propia agencia y autora del post sobre el 8M sobre el que se montó la ex colaboradora Guadalupe Alvarez.
Aunque Guadalupe aclaró en un audio que “no soy víctima de Marcelo Altuna, sino que trabajé ahí y que fueron siempre rumores. A raíz del comentario de su esposa quise expresarme, y luego surgieron cataratas de testimonios confirmándolo”.
Algunas de las ex colaboradoras que ventilaron en Facebook su enojo incluso aclararon que deben su carrera a lo que aprendieron en esa consultora, que en el mercado era conocida como un verdadero “semillero” de ejecutivas de cuenta de consultoras y gerentas de departamentos de comunicación en empresas.
Por su parte Altuna negó las acusaciones, aunque admitió que “sé que tengo mal carácter y eso era conocido en el mercado, pero rechazó las versiones de abuso sexual. Además, en los últimos años he hecho un esfuerzo por serenar mi temperamento con los colaboradores”.
La pregunta que se hacen en el mercado consultores y clientes es en qué medida Personally es rescatable como marca. Personally ostenta cuentas importantes como Arcor, Volkswagen, Dow, Tetrapak, Newsan y Alsea (dueña de franquicias como Burger King y Starbucks). Un directivo de Comunicación de uno de los clientes tradicionales de la agencia explicó que “nosotros trabajamos con Alicia von der Wetter y estamos muy conformes con su alto nivel de profesionalismo y seguro seguiremos trabajando con ella”.
Por lo pronto una de las ex socias de Altuna, Laura Palermo, ya había abandonado la empresa hace más de tres años, mientras que la socia fundadora, la prestigiosa Alicia von der Wettern, también estaría evaluando abandonar la agencia que fundó.
Sin embargo, consultores colegas y rivales de Personally sostenían ayer que, dado la magnitud de la crisis, la única alternativa racional que tendría von der Wettern sería separarse ella de la agencia y buscar que sus cuentas la acompañen en un nuevo emprendimiento, alejado de los problemas de Altuna.
La crisis toma a Personally en momentos en los que varias de sus cuentas, como Alsea, están en pleno proceso de relicitación de los servicios de PR, por lo que a esos clientes se les hace más fácil decidir un cambio de agencia.