En medio del verano más caliente climáticamente del que se tengan registros, el gobernador de Florida, Ron DeSantis dejó boquiabierto al mundo de las PR declarándole la guerra a las ESG, la nueva denominación de la sustentabilidad en operaciones de empresas e inversiones.
El líder político republicano y cercano a Donald Trump ordenó a su consejo de administración directamente prohibir la consideración de decisiones de inversión en base a “intereses ideológicos políticos y sociales”. de santis se refiere a cómo hoy las bancas de inversión y fondos están incorporando para sus inversiones los principios de la ESG.
para el gobernador de Florida el mundo corporativo estuvo imponiendo una agenda ideológica al abrazar los principios de la sustentabilidad ambiental social y de gestión recta.
Esta resolución no es solamente una bravuconada: el estado de Florida como todos los estados en Estados Unidos controla fondos de pensión qué no podrán priorizar sus inversiones según su aporte o amenaza al cambio climático.
Otros estados de los Estados Unidos ya están ordenando a sus fondos de pensión desinvertir en acciones de empresas vinculadas a los combustibles fósiles.
El gobernador de Florida salto a los titulares de todo el país por enfrentarse con el principal empleador de ese estado Qué es nada menos que la corporación Disney porque sus empleados salieron a protestar contra una conservadora ley qué prohibía a las escuelas instalar el tema de diversidad de género. la ley fue apodada “no digas gay”.
Es curioso que justo el republicano ultraconservador Desantis esté en una verdadera cruzada contra el mundo corporativo por las políticas ambientales y de inclusión que están adoptando aceleradamente las gandes empresas en todo el mundo.
Recientemente la influyente revista the economist cuestionó el movimiento ESG proponiendo que las empresas solo deben preocuparse por sus emisiones y los temas sociales y de gobernanza los deben dejar en manos del estado.
El ataque de Ron Desantis contra las ESG anticipa un serio problema para el planeta en el caso de que Donald Trump vuelva al poder en 2025, cómo estarían indicando muchas encuestas en Estados Unidos.