En la ciudad de Atlanta, Georgia, un grupo de activistas está presionando a empresas con sede allí como Coca Cola, The Home Depot y la aerolínea Delta a que se manifiesten públicamente contra una legislación estatal impulsada por los republicanos que derogaría el voto por correo sin excusas para muchos residentes de Georgia. Este sistema de votación es ampliamente utilizado por la comunidad negra, y en las elecciones de noviembre pasado fue empleado por 1.300.000 personas.
Los medios más importantes de Estados Unidos están reflejando que las corporaciones, probablemente empujadas por los propios ciudadanos, sienten que se tienen que manifestar “corriéndose” hacia la izquierda y la corrección política. Esto hace que se acerquen cada vez más al Partido Demócrata, cuando, tradicionalmente, el mundo empresario siempre fue más cercano a los republicanos.
Donald Trump, sostienen, estaría cambiando esa “tradición”, aun cuando el gobierno del actual presidente Joe Biden haya aumentado la carga impositiva para las empresas. Las grandes corporaciones temen cada vez más a los ataques “cancelatorios” de la gente en las redes sociales, si no adoptan la consabida corrección políticas.
De todos modos, los medios coinciden en destacar que la “América corporativa” ha demostrado estar a la altura de la inclusión racial y social que se está dando en los últimos años en Estados Unidos.
Según un recuento del Centro Brennan para la Justicia de la Universidad de Nueva York, hasta el 19 de febrero los republicanos habían impulsado más de 250 proyectos de ley que dificultan el acceso al voto. ‘‘La única conexión que podemos encontrar es que más personas de color votaron, y eso cambió el resultado de las elecciones pasadas. Les dio un giro que a los republicanos no les gustó’’, explicó una presentadora en CNN.
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