Por Alberto Nóbile
Quizás como nunca antes, el gobierno anterior reunió entre sus filas a los mejores especialistas en comunicación e imagen del país. Así fue como a los equipos de los distintos ministerios y organismos se sumaron profesionales de impecable formación y trayectoria. Pero esta envidiable fortaleza, llegado el momento del recambio tras las últimas elecciones, pasó a convertirse en un verdadero desafío.
Tanto la situación económica del país como la del mercado de trabajo no están en un buen momento. Y por eso la reubicación en algunos casos se demora más de la cuenta. Periodistas de primera línea y voceros compiten en estos meses por un lugar en la comunicación.
¿Cómo se están reinsertando ahora estos calificados recursos humanos, que incluso podrían llegar a ser motivo de disputa entre las mejores compañías? ¿Qué están haciendo? ¿Qué proyectos tienen?
Para contestar estas y otras preguntas, Revista IMAGEN entrevistó a diferentes protagonistas de la gestión de comunicación que terminó en diciembre de 2019, quienes nos contaron sus historias. Algunos buscaron nuevos horizontes meses antes, otros ya están trabajando y también los hay pensando proyectos para capitalizar la experiencia.
Entre los que encontraron su nuevo destino antes del cambio de gobierno se encuentra Matías Méndez, el histórico vocero de “Lilita” Carrió, quien se había pasado a comienzos de 2017 a la Provincia de Buenos Aires como Director de Comunicación Externa.
“Sentí que con Lilita había cumplido una etapa”. Sin embargo, en la Provincia estuvo hasta junio de 2019, cuando renunció por diferencias. “Creo que las redes sociales tienen importancia, pero el circuito virtuoso de la comunicación se genera en los medios tradicionales”, precisa. De todos modos, “en la Provincia tenés que resolver problemas todos los días, así que salí convertido en un experto en crisis”.
Conocimiento previo
En aquel momento, la reubicación de Méndez fue inmediata porque en agosto lo convocó Martín Lousteau, y hoy continúa como vocero del senador, que ocupa la vicepresidencia de la Cámara. Claro que había un conocimiento previo, porque Méndez había hecho la campaña de Lousteau en 2015.
Otro que cambió de rumbo durante la anterior gestión fue Diego Muñiz, profesional de prensa, asuntos públicos y comunicación externa de Aguas y Saneamientos Argentinos (AySA) desde 2011.
Muñiz continuó en AySA cuando llegó Cambiemos, aunque 2016 “fue un año muy turbulento, ya que tuvimos una especie de intervención no amistosa en el área”.
Dos años después, la falta de autonomía para la toma de decisiones lo impulsó a buscar otros horizontes, por lo que recaló en CEAMSE (Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado). Pero otra vez las interferencias políticas no permitieron lograr el objetivo de ordenar la empresa en materia de comunicación y relaciones institucionales.
Hoy, ya fuera de CEAMSE, Muñiz ve posibilidades de desarrollar asesoramientos para AySA, en función de lo que necesite la nueva conducción de la empresa. Asimismo está trabajando con el periodista y consultor en comunicación Alejandro Sangenis en el entrenamiento de voceros pero, “en lugar de una acción de impacto de dos o tres días, creemos que el media coaching debería ser sostenido en el tiempo”.
Muñiz no es el único que está proyectando nuevos negocios. Muchos otros decidieron probar suerte por su cuenta y están armando consultoras para incluso eventualmente mantener la relación con quienes antes se reportaban. Sus antiguos jefes tienen la expectativa de trabajar profesionalmente en esta nueva etapa o, ¿por qué no?, crecer políticamente para volver a una función pública.
Un buen ejemplo es el del ex subsecretario de Medios y Comunicación Pública, Gustavo Gómez Repetto, que tenía bajo su órbita la pauta publicitaria y la generación de contenidos. Y, junto al ex secretario del área Jorge Grecco, se encargaron de la comunicación del ex presidente Mauricio Macri.
Experiencia única e irrepetible
Gómez Repetto venía de la Ciudad como vocero del ex secretario de Transporte, Guillermo Dietrich y luego continuó en el ministerio a nivel nacional, para pasar luego a Medios y Comunicación Pública.
Estos años le significaron una “experiencia única e irrepetible” en el plano profesional, con un nivel de aprendizaje muy elevado. ”Es el mejor máster de comunicación que se puede tener”, asegura.
La relación profesional y personal que se generó con sus ex jefes es muy fuerte y se mantiene. Anticipa que el ex jefe de Gabinete, Marcos Peña, podría comenzar a brindar servicios de comunicación y de campaña al exterior. “Después veremos bien qué, porque estamos todos en ese plan”, dice al tiempo que comenta que trabaja junto con el ex secretario general de la Presidencia, Fernando De Andreis, prestándole un servicio de prensa al propio Macri, que está volviendo a la actividad política.
Pero de todos modos, Gómez Repetto piensa ofrecer -junto con otros colegas amigos- servicios de comunicación y de elaboración de planes de crisis. Hoy se encuentra trabajando para Juntos por el Cambio, entre otros para la más reciente de las incorporaciones: el ex candidato a vice Miguel Piccetto.
Otros comunicadores volvieron al periodismo, y están también los que buscan una salida original, saltando el laberinto para escribir un libro o dictar cursos. La intención es aprovechar la experiencia acumulada, resguardando el secreto profesional.
Martín Kanenguiser, ex director de Comunicación de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), es un buen caso del regreso al oficio, ya que actualmente el periodista escribe en Infobae.
Quedan muchas historias por contar. Hay quienes se reconvirtieron en externos, especialmente en la Ciudad de Buenos Aires, y continúan asesorando. También están los que fueron absorbidos por las propias consultoras de comunicación que respaldaban las cuentas de algunas reparticiones estatales durante el gobierno anterior.
Uno de los que sigue firme en su puesto es el ex Clarín y ex CEO de la consultora Llorente & Cuenca Pablo Abiad, que había ganado un codiciado cargo por concurso a gerente general de Comunicación del Banco Central durante la gestión anterior del BCRA. Como ganó su cargo por concurso, hoy es un funcionario de planta, y no están los tiempos del Coronavirus como para arriesgarse al incierto mercado laboral.
Mientras tanto, otros siguen en la rutina de las búsquedas laborales, enviando CV y hablando con sus contactos, casi siempre café de por medio, tras el paréntesis obligado de las vacaciones de verano…
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