Solo faltan los grupos Omnicom, de Estados Unidos, y Havas, de Francia: los grandes holdings publicitarios (WPP, Interpublic, Publicis) fueron tomando en las últimas horas la decisión de irse de Rusia en protesta por la invasión a Ucrania. Se espera que los restantes lo hagan de un momento a otro.
Pero los gigantes de la comunicación no cerraron sus oficinas dejando a los empleados en la calle: les cedieron la continuidad a sus socios locales. También anunció que se marcha el gigante de la consultoría de management Accenture, que pisa cada vez más fuerte en el negocio de la comunicación digital.
Arthur Sadoun, CEO y chairman de la francesa Publicis Groupe (dueña a nivel mundial de agencias de publicidad como Leo Burnett, Saatchi & Saatchi y las agencias de PR MSL y Kekst y compradoras de medios como Starcom y Zenith, así como agencias de marketing digital como Sapiens y Razorfish) dijo que “desde el inicio de la invasión estuvimos trabajando para salir de Rusia porque condenamos fuertemente la agresión unilateral contra Ucrania y estamos comprometidos en tomar acciones fuertes. Pero estamos determinados a darnos el tiempo para ofrecer una solución a nuestros 1.200 empleados en Rusia, que también son personas. No podíamos abandonarlos”.
El CEO del gigante francés explicó que al ceder el control de Publicis Rusia a su socio local, Sergey Koptev, “estamos asegurando el futuro camino de nuestros colegas al tiempo que frenamos y retiramos nuestras inversiones de Rusia.
Por su parte LLYC, la ex Llorente & Cuenca, si bien no tenia oficina en Rusia, estaría cancelando todos sus contratos con empresas rusas, informó el portal español PR Noticias.
Edelman, la mayor consultora de PR del mundo e independiente de los holdings de agencias antes nombrados, ya se había marchado de Rusia en 2015, no tanto por cuestiones geopolíticas, sino más bie por las dificultades para hacer negocios en ese país, como la “industria del juicio”, tan parecida a la de la Argentina.
Richard Edelman, su CEO, analizó en su blog la retirada de empresas multinacional de Rusia de esta forma: “Tradicionalmente, las empresas de la moda suelen ser las primeras en plantar bandera contra una situación geopolítica injusta, pero esta vez el boicot a Rusia partió de empresas industriales y de tecnología, que suelen ser más conservadoras. Destacó particularmente la decisión de las petroleras Shell y BP como ejemplares.
También destacó que Apple abandonó un negocio de 7 mil millones de dólares, y los bancos suizos, que hace más de un siglo hacen negocio con su extremo neutralismo geopolítico, decidieron sumarse al boicot a Rusia y sus oligarcas.
Edelman destacó que las empresas ya no están esperando que los gobiernos les ordenen nada, toman acciones directamente para cuidar su reputación.
A esta altura más de un centenar de grupos de consultoría y multinacionales de todo tipo anunciaron que se retiran del negocio ruso en protesta por la brutal invasión de Ucrania. Incluso ayer anunció su partida la multi mexicana de panificación Bimbo: todos prefieren cuidar su reputación antes de que los acusen de ser cómplices del régimen de Vladimir Putin.