Por Diego Dillenberger
Horacio Rodríguez Larreta, el actual alcalde de la ciudad de Buenos Aires, es el favorito del empresariado argentino para apostar en las próximas elecciones presidenciales de 2023 dentro de la oferta opositora. Pero una encuesta para el programa La Hora de Maquiavelo revela que dentro del oficialismo peronista -que hoy luce en las encuestas con pocas chances de mantenerse en el gobierno un período más- el claro favorito de los empresarios es Sergio Massa.
Los resultados de esta encuesta son clave a la hora de pronosticar cuáles candidatos encontrarán “billeteras” empresarias más o menos generosas a la hora de la campaña electoral de cara a las elecciones de agosto (primarias) y octubre de 2023. Los encuestados respondieron sobre un listado de “presidenciables” que se barajan en los medios.
El sondeo sobre cuáles son los candidatos favoritos del empresariado fue respondido por 60 profesionales de una base de más de 200 directivos de Asuntos Públicos de empresas, consultoras de lobbying, encuestadores y analistas políticos y muestra algunas sorpresas. La más llamativa es que no habría empresarios que le pongan “ni una ficha” al Presidente argentino, Alberto Fernández, que todavía sostiene su postulación a ser precandidato por el Frente de Todos liderado por la vicepresidenta Cristina Kirchner.
La mandamás del kirchnerismo obtuvo apenas el 2 por ciento de los encuestados que contestaron sobre cuáles son los favoritos del empresariado. El segundo puesto dentro del oficialismo, según esta encuesta a lobbyistas empresarios, era previsible y fue para el actual ministro de Industria y ex gobernador bonaerense, Daniel Scioli.
Pero la gran sorpresa la dio el tercer puesto: según 15 por ciento de los directivos y consultores de Asuntos Públicos y analistas, el actual ministro del Interior, el camporista Eduardo “Wado” de Pedro es el tercero entre los preferidos del oficialismo.
De Pedro es uno de los principales líderes de La Cámpora y confidente directo de Cristina Kirchner y su hijo, Máximo. Su organización política reivindica a la organización terrorista Montoneros de la sangrienta década del 70. Los Montoneros tenían a los empresarios entre sus blancos favoritos para secuestrar y asesinar, y sus herederos de La Cámpora reivindican aún hoy una ideología marcadamente anti empresaria.
Recientemente llamó la atención cómo De Pedro -que es el favorito dentro de los posibles candidatos presidenciales “in pectore” de Cristina Kirchner- fue adulado como superstar en una cumbre empresaria.
“Por si se precipita un adelantamiento electoral, es más motivo para ir analizando ya a qué candidatos presidenciales van a apostar sus fichas los empresarios”.
Pero la preferencia de los empresarios por Massa dentro de las opciones del oficialismo, a pesar de su muy controvertido regreso al kirchnerismo luego de años de presentarse como opositor acérrimo, le vale el 43 por ciento de las preferencias, contra 26 por ciento de su rival interno, Daniel Scioli.
Otra de las sorpresas de esta encuesta a lobbyistas empresarios y consultores políticos es que, muy por el contrario de lo que podría suponerse, el libertario Javier Milei obtiene apenas 5 por ciento de las “fichas” de los empresarios.
Incluso Patricia Bullrich, tan liberal como Milei, y anotada nada menos que como presidenta del PRO -el partido de Macri y Larreta que se plantea como absolutamente pro mercado- obtiene el 10 por ciento de las preferencias empresarias.
No cabe duda: el empresariado argentino está muy lejos de ser liberal.
De todos modos, la diferencia que les saca Rodríguez Larreta a todos los rivales internos de la alianza Juntos por el Cambio en el establishment empresario es abismal. De ahí que se podría concluir que el alcalde porteño es el favorito del empresariado, con 53 por ciento.
No llama tanto la atención que el expresidente Mauricio Macri obtenga apenas el 24 por ciento de las preferencias empresarias. A Macri le toca jugar el papel de “loser” dentro de las preferencias, ya que su gestión terminó en un gran fracaso desde el punto de vista económico que abrió la puerta al regreso al poder de Cristina Kirchner. De hecho, la relación entre el empresariado y Macri fue tensa a lo largo de todo su mandato: curioso hecho de que el primer presidente empresario de la Argentina hubiese tenido el diálogo cortado con el empresariado y que hoy acapare apenas un cuarto de las preferencias de ese sector.
La encuesta también consultó sobre cómo veían los consultores, analistas y directivos de Public Affairs las probabilidades de que, ante el agravamiento de la debacle económica y la ingobernabilidad que muestra el gobierno del Frente de Todos se produzca un adelantamiento del calendario electoral: el 24 por ciento la juzga alta o muy alta, pero a esto habría que agregarle el 33 por ciento que hoy la estima “50/50”. En síntesis: solo el 40 por ciento considera baja o muy baja esa opción hoy, a diferencia de la percepción de un mes atrás, cuando era de dos tercios.
En caso de que se precipitara un adelantamiento de las elecciones, la encuesta es reveladora para ir analizando ya a qué candidatos presidenciales van a apostar sus fichas los empresarios.