Incluso la gigante agroalimentaria suiza Nestlé fue salpicada por la crisis. La compañía anunció recientemente que retiró algunos de sus productos de la venta después de que en los análisis internos realizados se encontrara ADN equino. Nestlé también aseguró que aumentó el estado de alerta después de los reportes de productos mal etiquetados vendidos en Gran Bretaña.

“Nuestras pruebas encontraron rastros de ADN de caballo en dos productos hechos de ternera suministrados por la firma H.J. Schypke”, dijo un vocero de la firma helvética. “Los niveles encontrados están por encima del umbral de uno por ciento en que la Agencia de Seguridad Alimentaria del Reino Unido suele indicar adulteración probable o negligencia grosera”, amplió la fuente.

H.J. Schypke, subcontratista alemán del proveedor de Nestlé JBS Toledo, aseguró que se trató de un error: “Lamentamos este incidente e intensificaremos nuestros esfuerzos para proporcionar productos de la más alta calidad. Por consiguiente, realizaremos pruebas genéticas a toda la carne cruda que ingrese en el futuro”.