Cuando la cadena Walmart decidió marcharse de la Argentina, en 2020, su gerente de PR, Juan Pablo quiroga hizo las valijas y se fue a la cadena de electrodomésticos Frávega. Pero menos de un año más tarde, Quiroga fue llamado de vuelta: lo reclamaron los mismos nuevos dueños de las operaciones de la cadena de supermercados estadounidenses, que estaban en una búsqueda de un cargo de PR y Asuntos Públicos que ahora suspendieron.
Quiroga ahora pasó de ser gerente a director de Relaciones Institucionales, y el regreso tiene directamente que ver con el insólito conflicto gremial que le armó a la empresa el polémico sindicalista camionero Pablo Moyano: aun cuando los nuevos dueños, el grupo De Narváez, no piensan despedir a nadie y se comprometieron a mantener todos los beneficios y la antigüedad de los empleados, el violento líder camionero les exige que los echen, los indemnicen y los vuelvan a tomar con la antigüedad que tenían.
El reclamo es insólito, no está sostenido por ninguna legislación, pero el gobierno del presidente Alberto Fernández no quiere accionar contra el sindicalista.
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