Unilever lanzó en 2010 el programa, denominado Plan de Vida Sustentable, que se basa en tres grandes metas: ayudar a más de 1.000 millones de personas a mejorar su salud y bienestar, reducir a la mitad el impacto ambiental provocado por el uso de sus productos, y mejorar los medios de vida de millones de personas que trabajan en torno a su cadena de valor.

Los talleres durante el encuentro fueron liderados por Diego Moreno, de Fundación Vida Silvestre, Sebastián Bigorito, del Consejo Empresario Argentino para el Desarrollo Sostenible (CEADS) y May Groppo, consultora en innovación. En los distintos talleres se trabajó sobre la integración del medio ambiente a la cadena de valor, el trabajo colaborativo para lograr un impacto social positivo y el diseño e innovación al servicio de la sustentabilidad. En cada uno de los talleres, se definieron pautas concretas para continuar trabajando de manera colaborativa con objetivos a mediano y largo plazo.

En cada taller surgieron muchos temas a discutir y profundizar. Para ello, se propusieron distintos ámbitos para darle continuidad:

Durante el encuentro, Miguel Kozuszok, Presidente de Unilever Latinoamérica, presentó una actualización de los resultados del Plan de Vida Sustentable de la compañía, con importantes avances en distintas áreas: A fines de 2014, la compañía llegó a 397 millones de personas a través de las marcas Lifebuoy, Dove, Signal y PureIt y Vim, las cuales crecieron a doble dígito en los últimos 3 años. El 55% de las materias primas agrícolas son obtenidas de forma sustentable, según la empresa, y más del 90% de los 13 vegetales que se utilizan en los productos Knorr están abastecidos sustentablemente, afirma.

Unilever informó que ayuda y capacita a más de 800.000 agricultores mundialmente desde 2010. Agregan que en 240 plantas de Unilever en 67 países dejaron de enviar residuos a relleno sanitario. Esto redujo el envío de basura en 140.000 toneladas y redujo costos por €220 millones. En relación al impacto del consumidor con productos de Unilever, los residuos disminuyeron un 12% y el agua un 2%, dice Unilever.

Miguel Kozuszok declaró: “a cuatro años de haber lanzado el Plan, hemos aprendido mucho acerca de cómo la sustentabilidad nos puede ayudar a reducir costos, mitigar riesgos e impulsar la innovación, creando un círculo virtuoso de crecimiento. Nosotros podemos asegurar que la sustentabilidad, además de ser fundamental para construir un futuro mejor, es un buen negocio”.

Como cierre del encuentro, Miguel Kozuszok presentó los nuevos antitranspirantes comprimidos en aerosol, que gracias a una tecnología propia de Unilever, ofrecen la misma duración y protección que el desodorante regular, en un envase más pequeño, lo que ahorra materias primas y costos de logística, así como espacio en basurales.

Miguel Kozuszok comenta: “Este producto es una prueba material y concreta de que es posible integrar la sustentabilidad al negocio. Nuestro objetivo es migrar nuestro portafolio de antitranspirantes Rexona y Dove en aerosol a comprimidos. Esto trae una importante reducción en el impacto ambiental. Para ponerlo en perspectiva, se ahorrarían 976 toneladas de aluminio, lo que equivalen a 488 mil bicicletas y más de 17 mil toneladas de CO2, lo que equivalen a un auto recorriendo más de 3100 veces la tierra”.