Luego de dos años de intensos debates, la poderosa SEC (el órgano que vela por el funcionamiento del mercado accionario de Wall Street) aprobó las primeras reglas de información sobre cuestiones ambientales para las empresas cotizantes. Pero las exigencias resultaron mucho más laxas de lo que exigían los ambientalistas, y ahora muchos en el sector de PR se preguntan si esto es bueno para el futuro del cambio climático -y si es bueno para el sector de PR que bajen la vara de las expectativas y exigencias en materia ambiental.

El toro de Wall Street no embistió tan duro contra las empresas contaminantes.

En el fondo es un gran golpe a las PR, porque elimina la exigencia de las grandes empresas de “denunciar” a sus proveedoras o clientes, lo que desalentará a la comunicación de avances en esa materia para muchísimas empresas.

Lo que sí están obligadas las empresas cotizantes es a informar sobre sus potenciales riesgos ambientales a potenciales inversores.

Ahora las grandes empresas solo deberán explicar sobre sus emisiones tóxicas y de carbono, pero siempre que la propia empresa lo considera necesario.

El proceso de análisis de estas normas por parte de la SEC duró dos años en los que recibieron 24.000 comentarios de expertos. Nunca hubo un issue tan debatido en la Bolsa neoyorquina.

Como de costumbre, las decisiones de Wall Street influirán sobre el mundo corporativo en todo el planeta.

En Europa en enero de este año entró en vigencia una norma similar.