Tamiflu, el medicamento de la discordia

 

Luego de la experiencia de la gripe aviaria a mediados de 2004, los laboratorios salieron rápidamente al cruce de la nueva posible pandemia que amenaza al mundo entero: la gripe porcina.

Durante el brote de gripe aviaria en el sur de Asia oriental, el laboratorio farmacéutico suizo Roche fue cuestionado por monopolizar la producción y distribución del Oseltavimir -más conocido como Tamiflu-, junto con la vacuna Relenza del laboratorio GlaxoSmithKline, únicos medicamentos efectivos contra la enfermedad. Ahora, ante la inminencia de la propagación de la gripe porcina, originada en México y con infectados confirmados en los Estados Unidos, Canadá, España y el Reino Unido, el gigante helvético está tomando los recaudos necesarios para no volver a ver comprometida su imagen.

Al cierre de esta edición del Update semanal de Revista Imagen, las autoridades de Roche se encontraban en conversaciones con los gobiernos de todo el mundo para encarar mancomunadamente las acciones que fueran necesarias para contener una nueva pandemia. Hasta el momento, la única información pública es que el laboratorio suizo donó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) 5 millones de comprimidos de Tamiflu para combatir la gripe porcina en los países más pobres.