Página/12 y su ironía sobre el jefe de Gobierno |
Por Eduardo Zukernik.-
Febrero de 2010 será recordado en Buenos Aires y sus alrededores como el mes de mayor caída de lluvias en su historia y también como el de mayor aprovechamiento mediático para esmerilar la imagen política de un posible candidato presidencial para el próximo año.
Los 200 milímetros de agua caídos en una semana, con su secuela de miles de inundados, viviendas con su equipamiento e instalaciones deterioradas, comercios con cuantiosas pérdidas en productos y bienes, autos sumergidos más la zozobra y penurias vividas por los damnificados, generaron un dramático reality a pedir de boca del oficialismo.
En efecto, con la lupa puesta casi exclusivamente a lo largo de una semana en el perímetro porteño, la mayoría de los medios, cuesta creer que por casualidad, pasaron por alto iguales o peores situaciones sufridas por miles de habitantes en el conurbano.
Hasta se dio el caso de pasar a segundo plano las pérdidas de vidas humanas por ahogamiento de quienes resultaron arrastrados por la correntada, como ocurrió en La Matanza, un distrito muy caro a los intereses electorales del kirchnerismo.
Lo cierto es que aunque además de la Capital también soportaron feroces inundaciones vecinos de la mayoría de los distritos más poblados del conurbano como San Miguel, Ituzaingó, Ciudadela, Quilmes, Lomas de Zamora Laferrere y Ezeiza, entre otros; el manto de oscuridad que cubrió esa información recién dejó ver la luz en las noticias del lunes 22, cuando se soportó la tercera tormenta en una semana.
Antes de eso, mientras Buenos Aires ciudad era centro de reclamos a las autoridades por daños en las propiedades, falta de luz y cuantiosas pérdidas materiales, el drama del conurbano seguía ausente de las noticias, salvo algún aporte de los vecinos que mandaban videos caseros, por ejemplo a TN y a C5N, exhibiendo la fuerte tormenta.
Sin embargo esas imágenes sin relatos ni testimonios quedaban empequeñecidas frente a las penurias que relataban por radio los damnificados, como se oyó en el programa Vuelta de Fabián Doman por radio 10, el viernes 19, cuando un vecino de San Miguel le dijo al conductor que “cada vez que llueve por la zona podía navegar la fragata Libertad”.
Por el lado de los diarios se siguió el mismo criterio, enormes imágenes de los vecinos porteños transitando con el agua hasta la cintura en los barrios inundados y alguna pequeña línea en un título igual de pequeño, casi escondido, haciendo referencia a problemas en el conurbano.
Con la lupa puesta en los daños que sufrió la ciudad, los diarios más afines al gobierno compitieron en ingenio para dejar mal parado al jefe de Gobierno de la ciudad, Mauricio Macri.
Así, en los titulares del sábado se observaron sendos golpes a la imagen del mandatario, Crónica puso la foto del gomón que trasladaba vecinos por la avenida Santa Fe inundada y tituló “Bote Macri”, mientras que Página/ 12 se despachó con una fotomontaje que exhibía a Macri con antiparras, braceando por el río que cubrió las calles.
El titular del matutino kirchnerista también buscó impactar informando con gruesos caracteres “La ciudad se volvió a inundar” y otro grande debajo de la foto señalando “Macri otra vez nada”.
Sin embargo, la frutilla del postre corrió por cuenta del dominical Perfil del 21 último, con “Macri se va a descansar a Córdoba y la UCR lo denuncia por no cumplir sus tareas”.
El embate contra el alcalde porteño de la editorial que dirige Jorge Fontevecchia, además de contribuir a castigar la gestión del autoproclamado candidato opositor para las presidenciales de 2011, se conoció en medio de sus fuertes debates con el Grupo Clarín que lo acusó de haber trocado su línea editorial hacia una mejor relación con el gobierno nacional.
Más allá de las víctimas que sufrieron en carne propia las consecuencias de las sucesivas tormentas, el efecto de la difusión mediática del fenómeno, reflejándolo en la Capital y mayormente ocultándolo en otros distritos, también causó sus efectos en la dirigencia política.
Desde el año pasado Macri venía sufriendo el cañoneo incesante del affaire de las escuchas telefónicas para pasar luego al desgaste con la entrada y salida de Abel Posse en el Ministerio de Ecuación.
Los datos de las encuestas revelaron que la tendencia negativa podría revertirse con la puesta en funciones de la Policía Metropolitana y la tapa de La Nación del domingo 14 que, apenas un día antes de la primera de las violentas tormentas, exhibía los avances en la construcción del canal aliviador del arroyo Maldonado.
Por su lado, el oficialismo, que según la última encuesta de Eduardo Fidanza viene en franca caída en la imagen de sus dos principales protagonista, el matrimonio Kirchner, según acaba de anunciar el ministro Florencio Randazzo, puso los ojos en Daniel Scioli como expectante heredero de la candidatura presidencial para 2011.
Probablemente por eso, ambos jefes de Gobierno, a uno y otro lado del Riachuelo y la avenida General Paz, en estos últimos días sufrieron un desigual tratamiento informativo en cuanto a sus responsabilidades frente a la emergencia hídrica.
Scioli virtualmente no estuvo relacionado con ninguna de las consecuencias de la tormenta tanto en el conurbano como en los partidos del interior de la provincia como Junín, Chivilcoy, Berisso y Chascomús, entre otras localidades.
Tampoco se mencionó al gobernador con relación al desborde del arroyo Las Piedras en la zona de Bernal, partido de Quilmes, un distrito que tuvo como jefe comunal al actual jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y donde los vecinos denuncian que hace 30 años que el caudal de las aguas que corre a cielo abierto inunda sus casas.
El trato desigual en materia informativa seguramente tendrá su correlato en las próximas encuestas. Mientras tanto, viene a cuento recordar los datos que arrojó la última muestra conocida que realizó Eduardo Fidanza en enero pasado.
Allí, Macri con 34 puntos de imagen positiva se hallaba a solo uno de los 35 que calificaron a Scioli, ambos ubicados detrás del vicepresidente Julio Cobos, del senador Carlos Reutemann, del diputado Francisco de Narváez, del ex ministro de Economía Roberto Lavagna y del ex presidente interino Adolfo Rodríguez Saa.
La paridad entre Scioli y Macri es tan justa que también comparten las mismas calificaciones en imagen regular con 36 por ciento y cargan 25 puntos de imagen negativa el gobernador contra 24 de Macri.
Pasadas las tormentas y sus consecuencias, resta comprobar en cuanto influyeron en el posicionamiento y las aspiraciones políticas de sus principales protagonistas porque, aunque los medios no dirimen la puja entre los dirigentes políticos, sería ingenuo pensar que son ajenos a la construcción de su imagen.
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