El vocero de los McCann, los padres de Madeleine, la niña británica de cuatro años que se encuentra desaparecida desde hace más de seis meses, criticó fuertemente a los periodistas del Reino Unido por la manera en que están llevando a cabo la cobertura de la historia y reveló su trabajo para la familia. Algunos reporteros que cubren la historia de la niña desaparecida durante las vacaciones de la familia en Portugal han sido atacados por hacer poco más que sentarse en bares y levantar historias falsas de los periódicos locales. El vocero de la familia McCann, Clarence Mitchell, hizo el reclamo en su única entrevista personal desde que comenzó a trabajar en el caso. Mitchell le dijo a la revista PRWeek que cuando los McCann se convirtieron en “sospechosos” en septiembre, muchos reporteros británicos simplemente estaban traduciendo historias de los “escabrosos” tabloides portugueses. “Agregaban una cita mía y lo llamaban periodismo equilibrado. En algunas instancias fallaban en establecer la precisión de las cosas antes de escribir y reescribir basura a gran escala, dándole credibilidad espuria en el proceso”. El tratamiento mediático de la historia fue ilustrado recientemente, cuando The Mirror publicó en su portada “Está muerta”, expresando la opinión del abogado portugués como si se tratara de un hecho.Mitchell trabajó para la BBC durante alrededor de veinte años, y luego en la Unidad de Monitoreo de Medios del Gobierno por dos años antes de comenzar a manejar los medios en Portugal a fines de mayo por la desaparición de Madeleine. Está vehementemente convencido de la inocencia de los McCann, un hecho que no se ha pasado de largo en la cobertura de la historia. Un periodista de un diario nacional expresó que el trabajo de Mitchell para los McCann es “una cruzada para corregir lo que el percibe como una real injusticia”.Mitchell incluso usa una cinta verde y amarilla en su solapa, que significa que hay una persona desaparecida y fuerza.Mitchell conoció a Gerry McCann en el aeropuerto Midlands dos semanas después de la desaparición de Madeleine. Ambos volaron a Portugal y pasó un mes intenso de 15 horas diarias con la familia. Tuvo que volver a su rol en el gobierno, y otros se encargaron de las PR de los McCann. Pero aún ahí, la familia lo llamaba para pedirle consejo. “Nos habíamos hecho amigos”, dice. “Pero no podía ayudarlos más allá de una llamada oficial, porque oficialmente el gobierno no podía mostrarse involucrado”. En septiembre, renunció a su rol en el gobierno para trabajar para la familia, en un momento en que los medios parecían estar tornándose contra los McCann.“Tengo que ser cuidadoso con lo que digo, pero alguien que tiene buenas conexiones con la policía, decidió, parece, que de alguna manera estaban involucrados, y decidieron plantar historias”, dijo Mitchell.Mitchell está muy enojado con la prensa, porque según considera, muchos de los periodistas están “reciclando basura”. “Como ex periodista, el comportamiento de algunos periodistas británicos ha sido vergonzoso”, dice.Mitchell contribuyó mucho en aplastar las historias negativas. Explica que tuvo una estrategia muy simple: “Cuando yo empecé, Gerry y Kate estaban siendo acusados por todos lados. Lo que la gente no entiende siempre es que los diarios no publican estas historias necesariamente porque crean en ellas, son buenos ángulos. También se publicarían si hubiera un ángulo igualmente bueno del otro lado”.Mitchell también se molesta cuando surgen acusaciones de algunas secciones de la prensa que dicen que los McCann están muy preocupados por las PR. Dice que la mayoría del tiempo se la pasa denegando pedidos de entrevistas.Al principio de la campaña, cuando los McCann estaban comenzando a obtener notoriedad, la estrategia era diferente. Como alguien con tres hijos, Mitchell dice: “Yo diría que cualquier familia en esta situación, incluyéndome a mí, agarraría el teléfono y haría todo lo que se pudiera”.Mitchell parece estar completamente llevado por convicciones personales y adrenalina, y es entendible que no pueda predecir lo que hará luego. Oficialmente dice que ahora es director de Comunicaciones del multimillonario Brian Kennedy, el mayor benefactor de los McCann, de modo que seguirá estando empleado cuando se resuelva la situación. Luego de eso, buscará oportunidades, ya sea con Kennedy o en algún otro lado.
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