Con la llegada, recientemente, de Juan Bautista Ordóñez, proveniente de Herbalife, Barrick se convirtió en una de las muy pocas empresas en considerar que la comunicación puede ser la clave para rescatar la cuestionada “licencia de la opinión pública para operar” desde los derrames. La reputación de la minera canadiense ya venía cuestionada desde que políticos ambientalistas comenzaron a criticar la minería a cielo abierto.

A poco de llegar Ordóñez, el dircom de Barrick, Miguel Giménez Zapiola, se marchó a Corporación América (Grupo Eurnekian) donde pasó a encabezar un nuevo cargo de PR y Asuntos Públicos. Ahora la minera estaría saliendo a buscar un reemplazo. En paralelo, la minera reforzó las atribuciones que tenía Jonathan Thienemann, quien ascendió a jefe de Asuntos Corporativos de la empresa.

Por otra parte, Barrick cambió a Llorente & Cuenca por la flamante Ballero, Landoni & Asociados, que se terminó de formar con el arranque del año en base a la fusión de Ballero & Asociados, de Bernardo Ballero, y Consultores del Plata, de Néstor Landoni.

La crisis de Barrick, que en realidad es parte de una crisis mayor que afecta a la credibilidad de todo el sector minero, está implicando cambios en la CAEM, la Cámara de Empresarios Mineros, en la que Barrick es el socio más influyente. En marzo dejó de trabajar con Identia PR para tomar los servicios de D”Alessio IROL, de Eduardo D”Alessio.

Hacia fines del año pasado esa cámara había sorprendido con una medida análoga a la de Barrick: tomó un CEO con gran expertise en comunicación, crisis y asuntos públicos: Marcelo Alvarez, un hombre con un back ground muy interesante que hasta llevó adelante negociaciones de paz con la guerrilla colombiana.

álvarez se desempeña desde el 10 de agosto 2015 como Director de Asuntos Corporativos, de Goldcorp Cerro Negro Argentina y, fue dircom de SABMiller en Colombia, donde vivió los últimos 11 años, con una interrupción de un año en el 2013, para trabajar en México en una delicada misión de combate al narcotráfico con el mítico general de la Policía de Colombia, Oscar Naranjo.

El empresario tiene casi 20 años de experiencia en el manejo de las relaciones de Gobierno, relaciones internacionales, resolución de conflictos y trabajo comunitario. Como funcionario de la Organización de Estados Americanos (OEA) desde 1999, fue parte de más de 15 Misiones de Observación de elecciones y de resolución de conflictos en distintos países de América, llegando a ser entre 2008 y 2013 el Jefe de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia, donde tuvo rango de Embajador y Representante del Secretario General de la OEA en el país. Recibió la ciudadanía colombiana en el 2012 en reconocimiento por su servicio al país.