Pau Solanilla, español y experto en el desarrollo de negocios internacionales, con varios años de experiencia en la realidad cubana, se sitúa al frente de un equipo de profesionales de la consultora de origen español fundada por Llorente, que están ubicados en las oficinas de España, México, Perú, Brasil, Argentina y EE. UU.
Además del equipo de Llorente & Cuenca, la consultora ha firmado un acuerdo de colaboración con la Sociedad Estatal de Consultores Asociados (CONAS) para la prestación de servicios de consultoría en relaciones institucionales asociadas al proceso de implantación y desarrollo de inversiones extranjeras.
Desde el anuncio de restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y los EE. UU. el año pasado, Llorente & Cuenca ha estado presente en varias ocasiones en la isla, acompañando a los ministros españoles Luis de Guindos y José Manuel Soria, junto a un selecto grupo de empresarios españoles.
José Antonio Llorente, presidente y socio fundador de Llorente & Cuenca ha declarado que con este inicio de su operación en Cuba “la compañía da un paso más en la apuesta por la generación de valor para sus clientes, en un entorno de gran complejidad política y social, pero también de gran crecimiento económico y oportunidades de negocio. Y lo hacemos desde el convencimiento de que podemos contribuir a una relación que favorecerá tanto el desarrollo socio-económico de Cuba como el de las empresas que apuesten por este país”.
Las actividades de Llorente & Cuenca en relación con Cuba se centrarán, en una primera etapa, en el asesoramiento a las empresas internacionales que quieran desarrollar negocios o implantarse en la isla, ofreciendo servicios especializados de inteligencia de negocios, identificación de oportunidades y contrapartes entre las autoridades y empresas cubanas, elaboración de informes de contexto social, económico y sectorial, así como informes de pre-viabilidad de proyectos de inversión o comerciales, estudios de financiación y actividades de formación y negociación en gestión de proyectos de inversión, acompañando a los clientes en un correcto establecimiento de relaciones con las autoridades cubanas necesarias para la más adecuada gestión de los proyectos.
El gobierno argentino de Mauricio Macri, por ejemplo, podría ser uno de los más activos en Cuba, en el caso de que hubiera una apertura a los negocios, ya que la isla comunista acumula una enorme deuda con Argentina que, con intereses, llega a más de diez mil millones de dólares originados en la década del 70, y la propuesta de Buenos Aires será canjearla por oportunidades de negocios para empresas argentinas. Llorente podría ofrecer servicios de PR y lobbying a proyectos argentinos que aprovechen para capitalizar esas acreencias, producto de exportaciones jamás cobradas en la era de los gobiernos peronistas de los 70.
Solanilla, el director general de la operación en Cuba, es Máster en Dirección, Gestión y Organización de Empresas, postgrado en Comercio Exterior y Gestión Internacional de la Empresa, y cuenta con amplia experiencia en la internacionalización de empresas, asuntos públicos y negociaciones en entornos internacionales y multiculturales y trabajó entre los años 1999 y 2005 en Bruselas en la delegación del Parlamento Europeo para América Central y Cuba.
En la actualidad, Llorente tiene oficinas propias en Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, España, Estados Unidos (Miami), México, Panamá, Perú, Portugal y República Dominicana. Además, ofrece sus servicios a través de compañías afiliadas en Bolivia, Paraguay, Uruguay y Venezuela.
Su desarrollo internacional la ha llevado a ocupar en 2015 el puesto 56 del Ranking Global de compañías de comunicación más importantes del mundo, elaborado cada año por la publicación The Holmes Report.
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