Paralelamente se supo que Orlando Molaro, asesor de comunicación de la número 2 de la AFI, Silvia Majdalani, declinó seguir en el cargo. Allegados a Molaro explicaron que la AFI le insumía demasiado tiempo que no podía dedicar a sus cuentas de la consultora MPR (Molaro Peralta Ramos).
Según el diario Perfil, Nisenbaum, además de ser amigo de Arribas, es “hombre de confianza” del propio presidente Mauricio Macri. Hasta ahora se lo conocía como RR.PP. del jet set y los eventos de lujo con su consultora Nisenbaum Comunicaciones, que no integra el “elenco estable” de las agencias de PR que pelean por cuentas de comunicación corporativa y asuntos públicos y tienen a los periodistas políticos como interlocutores habituales.
La misión de Arribas sería la de transparentar un organismo históricamente considerado oscuro y sospechoso. Si bien no oficia oficialmente de vocero, como lo fue Santiago Rossi en la gestión de Miguel ángel Toma, su misión será vincular a Arribas con periodistas del ámbito político y funcionar como intermediario.
Por lo pronto deberá trabajar no solo sobre la mala imagen del servicio secreto argentino, sino también sobre la controversia que se generó previo a la aceptación de Arribas por el Congreso debido a que el hombre de confianza de Macri, dedicado al negocio de la compraventa de jugadores de futbol, no registraba antecedentes ni formación en temas de inteligencia, información, relaciones internacionales, seguridad o combate al crimen organizado, que serían las misiones centrales del organismo.
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