No es la primera, pero es la crisis más grave para la Volkswagen. Afecta a la mayor automotriz de Europa, salpica a la industria automotriz mundial, pero, por sobre todas las cosas: daña la imagen de Alemania y su tecnología de punta en materia de ingeniería ambiental.

“La crisis va a durar y toda la industria automotriz alemana es consciente de ello”, explica Peter Alberto Behrens, consultor hoy de Edelman en Alemania y ex colaborador de Hering Schuppener, una consultora alemana (hoy del grupo WPP) contratada esta semana para ayudar a VW a salir de la crisis de imagen. Edelman, según informaron medios norteamericanos, también ayudaría a la automotriz alemana a mejorar su comunicación en ese país, donde debe afrontar la peor parte de la crisis.

“En VW se preparan para tiempos difíciles”, dice el experto en comunicación empresaria y política. De todos modos, el experto juzga que la reacción inicial de VW fue correcta: “reconocieron claramente y sin demoras el problema. El CEO Winterkorn fue rápido al renunciar, y eso evitó mayores daños”, explica Behrens. Esta semana también tuvo que renunciar el dircom, Stephan Grühsem, reemplazado por el dircom de Porsche (accionista de VW), Hans Gerd Bode. Bode responde al nuevo CEO, Mathias Müller, que era su jefe hasta la semana pasada en Porsche.

También desde la consultora Llorente & Cuenca opinaron que el escándalo de las emisiones disfrazadas de Volkswagen es una crisis para el “Made in Germany” y para toda la industria automotriz. En el blogDesarrollando Ideasde esa consultora de origen español, un interesante ensayo plantea que “el recientemente destapado escándalo de Volkswagen no sólo es un golpe a la reputación de la compañía, sino que, también, ha resultado en un duro golpe para Alemania en general, e incluso para la industria automotriz global, a la que este incidente le puede acelerar el ritmo de transformación”.

El blog de Llorente sostiene que “VW perdió la reputación sin saberlo el mismo día que tomó la decisión de trucar sus motores”.

Sin embargo, pese a los fuertes gestos y reacciones, el valor de la acción de la automotriz alemana se desplomó más de 30 por ciento, lo que significó una pérdida de 10.000 millones de euros por culpa de la crisis generada tras descubrirse que VW había desarrollado un software secreto para algunos modelos con motor Diesel que reconocía situaciones de test y cambiaba el comportamiento del motor a “ecológico” para luego emitir mucho más de lo permitido por las estrictas leyes norteamericanas en marcha normal. Esto le permitía vender sus versiones Diesel como autos de rendimiento deportivo.

Según informaciones de prensa, la también alemana BMW aunque probablemente también otras automotrices, como las francesas Peugeot y Renault, estarían bajo sospecha de manipular valores de emisiones en sus motores Diesel para conformar a las autoridades norteamericanas y a los consumidores ávidos de potencia al mismo tiempo.

Volkswagen salió a contratar consultoras: la alemana Hering Schuppener para el asesoramiento estratégico, la norteamericana Kekst & Co. para las investor relations (consecuencia del derrumbe accionario en la Bolsa), Finsbury, para Gran Bretaña y, aún no confirmado, Edelman PR, para las comunicaciones a inversores.

Es evidente que Volkswagen entiende la urgencia de recuperar su reputación lo antes posible. En un comunicado en su propia página web, la automotriz alemana dice que “estamos trabajando a toda velocidad para encontrar una solución técnica para presentarles a asociados, a nuestros clientes y al público”, y agrega que Nuestro objetivo es informar a nuestros clientes lo más rápido posible para recuperar la confianza de nuestros clientes, los concesionarios y el público”.

Una evaluación interna reveló que no menos de 11 millones de vehículos están afectados en todo el mundo. Volkswagen previsionó más de 6 mil millones de dólares de pérdida, pero en Estados Unidos se habla de una multa por hasta 18 mil millones de dólares, lo que sería la mayor de la historia.

Pero en la industria automotriz temen que la crisis de la alemana termine afectando a todo el sector.