Wiedeking,.CEO.de Porsche,.también.víctima del.espionaje.corporativo

La opinión pública alemana se vio sacudida en las últimas semanas por escándalos de fisgoneo de grandes empresas privadas sobre periodistas. Luego del escándalo de la telefónica privada Deutsche Telekom y la línea aérea también privada Lufthansa ahora salió a la luz que la corporación aseguradora Gerling habría espiado a colaboradores y periodistas, como lo hiciera en 2006 la norteamericana Hewlett Packard, que, para descubrir una filtración a la prensa de su directorio, contrató a una agencia de investigaciones que espió a periodistas y obtuvo documentos privados de los hombres de medios de forma ilegal para dar con la “garganta profunda” de la empresa. El escándalo le costó el puesto a la presidenta del directorio, Patricia Dunn.

En el caso de Gerling, documentos internos reservados fueron a parar a manos de la prensa, y la empresa indagó en conversaciones telefónicas, informó la versión alemana del Financial Times. En el caso Gerling habrían descubierto varias acciones de espionaje ilegal, dice el diario. Un vocero del consorcio Talanx, que recientemente adquirió Gerling, confimó por lo menos un caso de 2004, pero admitió que “no se pueden descartar otros casos”.

La opinión pública alemana y el mundo de los medios están sorprendidos de lo común que son en ese país los casos de espionaje corporativo sobre empleados, miembros del directorio y periodistas. Deutsche Telekom se dedicó en gran escala durante 2005 y 2006 a revisar conexiones telefónicas para establecer las conversaciones que se hubieren producido entre empleados y miembros del directorio con los medios. La Lufthansa usó desautorizadamente datos de sus pasajes para descubrir conexiones entre el jefe de redacción del diario Financial Times de Alemania y miembros del directorio de la línea aérea.

Gerling, una empresa dedicada al seguro de grandes riesgos empresarios y al reaseguro, había entrado en una grave crisis en 2002. El Deutsche Bank, dueño del 34,5% de las acciones, obligó al dueño, Rolf Gerling, a vender la empresa al rival Talanx. Por ese entonces abundaban las noticias en los medios que citaban fuentes internas anónimas de la Gerling. Por eso la empresa ordenó una investigación secreta para dar con las fuentes de las filtraciones. La información más molesta fue un artículo en la revista especializada Capital de febrero de 2004 que ventilaba proyectos para reducir los planes de retiro de empleados de Gerling.

Para dar con los soplones, ordenó una revisión secreta de los llamados telefónicos y el mail saliente de la empresa.

Alemania no para de sorprenderse con la voracidad de sus grandes empresas para querer escuchar ilegalmente a competidores y a sus propios empleados. Recientemente Volkswagen sorprendió por revelaciones de los medios acerca de prácticas de escuchas ilegales que habrían sido habituales en la automotriz, aunque en ese caso solo se hubiera espiado con escuchas ilegales a altos directivos y no a periodistas.

Wendelin Wiedeking, el CEO de Porsche, que a su vez es el mayor accionista de Volkswagen, y otros ejecutivos de empresa, fueron espiados mediante distintos tipos de micrófonos ocultos. Entre los aparatos utilizados para espiar, la Volkswagen habría usado un escuchador de bebes desde el cuarto contiguo de un hotel de Wolfsburg, ciudad sede de VW. Otros altos funcionarios de Volkswagen habrían sido espiados mediante micrófonos ocultos más sofisticados, de manera que la central de Porsche en Stuttgart se habría refaccionado para volverla a prueba de escuchas ilegales.