“River puede”, la campaña de ávila llevada adelante por Doris Capurro

Por Eduardo Zukernik.-

Una andanada de afiches en la vía pública, lunetas traseras de ómnibus que circulan por Capital y el conurbano, carteles luminosos en el subterráneo, gigantografías en los principales edificios habilitados e incipientes apariciones de candidatos en los medios, revelan que en paralelo a la elección nacional para la renovación del Congreso, otra carrera política, en este caso por la presidencia del club River Plate, comenzó a correrse en los escritorios de varias agencias de publicidad y consultoras de prensa y PR.

Un número de postulantes que hasta hoy superan la decena y con varios de ellos lanzados a posicionarse (sin medir gastos), con una generosa anticipación para una elección que está prevista para fin de año, entre denuncias y sospechas de negocios non sanctos de la actual dirigencia, dan lugar a un interrogante que cae por su obviedad: ¿Qué clase de filántropo decide invertir millones de dólares para conducir una asociación civil sin fines de lucro?

Es el caso del candidato Antonio Caselli, hijo del ex embajador menemista en el Vaticano, quien se estima que ya lleva invertidos más de 4 millones de pesos en avisos tanto en vía pública como en diarios nacionales y en los partidos de la Copa Libertadores que transmite el canal de TV Fox Sports.

Uno de sus principales competidores es el actual presidente de La Caja, Rodolfo D”Onofrio, cuya campaña está a cargo de la consultora Nueva Comunicación, que viene desarrollando una fuerte ofensiva en espacios partidarios de radio, comenzando por River Monumental que conduce Atilio Costa Fevre por radio Mitre. Además, el candidato de la lista Concertación Riverplatense que lanzó su campaña en la vía pública en los primeros días de mayo, se estima que invertirá menos de la mitad que su competidor Caselli. Como anzuelo para seducir el voto del asociado, el ejecutivo del Grupo Werthein lanzó la promesa de llevar al ídolo Enzo Francescoli, como manager del fútbol, si gana las elecciones.

Otro peso pesado en la carrera electoral es Carlos ávila (ex titular de la empresa Torneos y Competencias) cuya imagen entre los socios corre por cuenta de la consultora Doris Capurro. Hasta ahora su imagen ha sido vista mayormente en afiches.

También se anotó en la línea de largada Diego Quintás, el candidato más joven en la competencia, actual director del departamento de fútbol amateur quien confió la promoción de su imagen al publicista Gonzalo Ladrón de Guevara de IQ Publicidad.

En el armado de su estrategia, según explica Ladrón de Guevara, “la palabra clave es juventud. Primero, porque es el candidato más joven y segundo, porque viene de una brillante gestión en el departamento de fútbol amateur”. Con esos activos en su haber, el publicista jugó a la polarización entre “la historia” (de los dirigentes mayores) y “el futuro” del nobel postulante y del patrimonio deportivo que implican los chicos (promesas de cracks) que se forman en las divisiones inferiores.

Con ese anclaje su slogan de campaña señala: “historia sobra, votá futuro”. LDG también creo un link para apoyar la candidatura de Quintas: riverfuturo.com, donde ofrece información sobre los logros (campeones en casi todas la categorías) del departamento que exitosamente conduce su cliente.

Un escalón más abajo en su lanzamiento se ubican el actual tesorero de Aguilar, Héctor Cavallero; un reconocido ex integrante de la farándula en calidad de productor, que fue esposo de la conductora Susana Giménez y de la cantante Valeria Lynch, de quien se dice que integrará su nombre en algunas de las listas que tratarán de suceder al actual oficialismo, buscando despegarse de su imagen. A cargo de la campaña del dirigente más ligado al oficialismo se cuenta la empresa Consultores del Plata.

Otro postulante que pone los pelos de punta a la actual conducción, porque desconocen su verdadera penetración entre los asociados, es el ex técnico Daniel Passarella, quien reivindica una antigüedad de 20 años como socio pero, todavía aguarda un fallo de la junta electoral para poder habilitar su postulación.
En lugares menos expectantes se anotan también los ex presidentes Víctor Dávicce y Hugo Santilli y los vocales opositores Héctor Roncagliolo y Daniel Kiper.

La historia del Club Atlético River Plate que acaba de cumplir 108 años de vida, en esta ultima década estuvo signada por una serie de fracasos deportivos unidos a ventas millonarias de jugadores juveniles en operaciones trianguladas con clubes de Europa, donde los peores negocios los hacia la institución y los mejores los intermediarios…

A esos infortunados logros River también sumó en los últimos años una página negra con tiros y muertos en disputas por el liderazgo de la hinchada, una cuestión motivada en ingresos poco transparentes que el fútbol ha engendrado entre quienes disputan la conducción de los espectadores llamados “barras brava”, cuya mejor referencia podría definirlos como simpatizantes profesionales o, si se prefiere, caciquejos estimulados a fuerza de prebendas.

La institución que a fin de año será escenario de una de las más duras pulseadas políticas por la sucesión de su actual presidente José María Aguilar, mueve un presupuesto que supera el de muchas intendencias distritales y el de no pocos organismos públicos, entre ventas de jugadores al exterior, recaudaciones, merchandising, sponsoreos y patrocinios diversos, alquiler del estadio y derechos de televisión entre sus principales ingresos. Además, ejerce un atractivo internacional que le ha permitido abrir filiales en lugares hasta no hace mucho inimaginables como Pekín, Madrid o Tel Aviv, de donde corrientemente recibe ofertas para participar en torneos en los que suele enviar a sus juveniles y de donde también recibe aportes de simpatizantes que se inscriben como socios adherentes.

El actual titular que deja el sillón más apetecido del fútbol doméstico, es un abogado que hace ocho años inició su mandato instalando la consigna de sanear al club e imponer un nuevo modelo de gestión sin embargo, contrariamente a esas promesas y tras un largo período de penurias económicas y frustraciones deportivas, se irá recordado como el dirigente más cuestionado, dentro y fuera de las tribunas de que se tenga memoria.

A pesar de su baja performance deportiva, y de ocupar un a relación de 1 a 3 en la preferencia y espacio que le dedican los medios, frente a su archirrival Boca Juniors, River es el club argentino que, según registros de la Asociación del Fútbol Argentino, (AFA),en la última década vendió mayor cantidad de entradas populares en todos los encuentros que disputó superando en 20% a su perseguidor Boca Juniors, incluso en el segundo semestre de 2008 ( Torneo Apertura) cuando el club de Nuñez terminó último y su clásico adversario se coronó campeón.

River también ostenta el récord de páginas páginas web y blogs partidistas, donde recientemente el ingenio creativo de un hincha hizo confundir al editor del diario deportivo Olé que incluyó en su portada, sin saberlo, una foto trucada de una bandera presuntamente colgada en la tribuna del club, donde se leía “la peor dirigencia de la historia”. El autor reconoció que lo subió al blog turiver.com, después de modificar durante horas con el fotoshop, la bandera legítima que decía “la peor defensa de la historia” pero, el director de Olé, Leo Farinella, pisó el palito y al día siguiente debió pedir disculpas…

Es indudable que además de la política que puede cambiar a favor o en contra la vida de todo el país, también en este lugar del planeta el fútbol es capaz de mover miles de pasiones y sueños que se cuentan por millones.