La diputada laborista Sheila Gilmore lo acusó de “comprar popularidad” y de “pagar por falsos amigos de Facebook”.

Sin embargo, el socio director de contenido digital de Ogilvy Public Relations, Michael Darragh, dijo que este tipo de campañas son cada vez más necesarias para ganar notoriedad en Facebook.

“Las marcas y personalidades ya no pueden confiar solamente en el alcance orgánico. Es generalmente aceptado como una buena práctica emplear un modo pago de relacionamiento en medios sociales”, remarcó el experto a PRWeek.

Ogilvy publicó un estudio recientemente en el que señala que el alcance orgánico de contenido publicado por marcas en Facebook disminuirá a cerca de cero.

Un portavoz del Partido Conservador dijo que la campaña de Facebook “no fue nada fuera de lo ordinario” y que este tipo de estrategia ya había sido usada por políticos en los Estados Unidos.

Además, dijo que el dinero de la campaña provino de fondos del partido y no del dinero de los contribuyentes.