Mariano Rodríguez Larreta de Nuevos Vientos cree que, si continua la protesta, el campo abandonará los cortes de rutas y el desabastecimiento

Por Eduardo Zukernik.-

El conflicto entre el campo y el Gobierno entró en la cuenta regresiva hacia una nueva escalada de confrontación a partir del 2 de mayo, donde expertos en la comunicación del agro apuestan a una nueva fórmula de protesta de los productores que, a lo largo de las frustradas negociaciones con las autoridades, debieron graduarse en estrategia para eludir misiles destinados a dañar su imagen pública.

Es que el corte de rutas que se extendió durante tres semanas hasta el 2 de abril pasado, sumado al desabastecimiento de alimentos, sobre todo en las grandes ciudades, sirvió de elemento de presión para atacar las bases del conflicto que sin embargo del lado de los productores dejó dos éxitos intransferibles: el cacerolazo del 25 de marzo, con el que recogieron un masivo apoyo en las grandes ciudades y la instalación mediática de sus reivindicaciones, de las que, todo hace suponer, no habrá vuelta atrás.

También a la hora de sumar o restar puntos de imagen, está claro que a la presidenta no le fue mejor, considerando que las muestras de opinión más optimistas le dan una fuerte caída en su imagen positiva, a menos de cuatro meses de haber asumido el Gobierno. A esto deben sumarse estudios, como los de la Universidad Abierta Interamericana, en los que a la pregunta de “a quién le cree más en la pelea del campo y el gobierno”; los medios obtuvieron 40,1% y las autoridades nacionales el 37,8%.

Entre las acusaciones oficiales de ser los promotores de la inflación de la canasta básica, de tener una gran voracidad, de haber provocado incendios de pastizales que trajeron su secuela de humo y muertes en las rutas; mientras los productores anticipan que regresan a la protestas, las consultoras especializadas en comunicación del agro ensayan una nueva estrategia para mantener el capital mediático que alcanzaron las cuatro entidades del agro desde que comenzó la crisis.

Con los datos que maneja la gente del campo, es indudable que después de haber adquirido la entidad que alcanzó la discusión de sus reclamos, donde se puso en debate el centralismo con que se maneja la recaudación fiscal, la peor estrategia sería llevar la confrontación a un extremo tal que después haga difícil volver a la mesa de diálogo.

Así lo entiende Mariano Rodríguez Larreta, de la consultora Nuevos Vientos, para quien “indefectiblemente se va a tener que llegar a un acuerdo real y concreto. Quizás esto suceda luego de alguna medida de fuerza distinta a los cortes de ruta. No veo otra salida. Creo que ambas partes no tienen más margen de maniobra. Me parece que el Gobierno tiene más para perder que las entidades del campo”.

Por su parte, Silvia Mercado, titular de MCA Comunicación, otra consultora especializada en comunicación para el sector agrícola, descree de un salto positivo en la siguiente etapa: “La verdad es que no soy nada optimista. No sólo en cuanto a la relación del Gobierno con el campo, sino a las relaciones de Gobierno en general con todos los sectores, ya que otras veces tuvo éxito en forzar la realidad para acomodarla con sus visiones, y cree que todavía esas operaciones son posibles”.

En la nueva pulseada que se avecina, la especialista pone sus fichas del lado de sus clientes: “La revolución mediática del campo ya se produjo -asegura- y por eso se ganó un lugar en la agenda nacional”, dice. El reclamo contra las retenciones y la falta de una política agropecuaria, para Mercado “tiene altísimos grados de legitimidad, como no tuvo jamás en su historia y ya nadie podrá hacer política para las mayorías sin tomar en cuenta los intereses del campo, aunque el Gobierno quiera hacer creer otra cosa”.

Rodríguez Larreta está convencido de que después de la escalada de marzo pasado se viene una nueva forma de protesta, dentro y fuera de las tranqueras. “Creo que las medidas de fuerza que se vienen no van a tener que ver con desabastecimiento y cortes de ruta. Me parece que se van a enfocar en la exportación y en la consecuente dificultad para el cobro de las retenciones. En cuanto a la concientización de la gente de las ciudades, creo que la misma se profundizará más en el interior, donde empieza a notarse un principio de recesión motivado por el freno a la actividad agropecuaria”.

Las distintas jugadas que ensayó el Gobierno y que, según los productores, buscaban embarrar la cancha con reuniones presididas por el jefe de Gabinete; encuentros secretos con el secretario de Agricultura y apariciones sorpresivas del polémico secretario de Comercio, no logaron romper la unidad que nunca antes habían logrado las cuatro gremiales del agro.

Para la titular de MCA Comunicación por allí pasa la clave del tira y afloja: “La unidad de las entidades del agro es lo que transformó la protesta en un conflicto nacional de características inéditas en la historia argentina y es el arma que dispara legitimidad. Es esta legitimidad, nacida de la unidad, la que posibilitará que el campo sea parte inescindible de la Argentina que viene”.

A esta altura de las dificultades para acercar a las partes, ya nadie duda que hasta ahora no solo no hay ganadores sino que además perdemos todos. La incógnita que surge a partir del primer viernes de mayo será como sigue la historia. Rodríguez Larreta apuesta a multiplicar la comunicación del sector: “Creo que tienen que generar una serie de encuentros con consumidores, ONGs, cámaras empresariales, etc., donde les expliquen que sus reclamos no son parte de un capricho sino la realidad de un sector vital para la economía del país, y que si sus demandas no son atendidas, pierden todos”…

Después de ocupar buena parte de las portadas y noticieros de aire y la TV cable, el conflicto del campo entró en una meseta informativa. Para Silvia Mercado, es un dato positivo: “El campo está al borde de la saturación mediática, y eso conlleva un riesgo”, sin embargo destaca que “el interés de la opinión pública en su conjunto por este problema supera largamente lo que pueda reflejarse o no en los medios. También para el director asociado de la Consultora Nuevos Vientos hay un superávit de información ya que “si bien bajó un poco la cobertura del conflicto, todavía sigue situado muy por arriba del espacio habitual que el sector agropecuario ocupa en los medios”.

El nuevo capítulo de la batalla del agro está próximo a cerrarse. La gran incógnita, ahora que nadie ignora de qué se trata, es saber si tendrá un final feliz.