Protesta en Ecuador contra Texaco

Chevron se colocó involuntariamente en el centro de la opinión pública mundial luego de que está enfrentando un juicio por daños ambientales en Ecuador que podría superar ampliamente la multa de casi 4 mil millones de dólares que debió pagar Exxon por el derrame de la Exxon Valdez en Alaska.

El gobierno populista del presidente Rafael Correa está alentando a los pobladores de una remota región selvática en el norte del país a pleitear contra la petrolera que en 2001 compró la Texaco, que por aquella época explotaba el campo petrolero amazónico.

Un grupo de 48 demandantes que representan a miles de pobladores de la zona reclaman la increíble suma de 24 mil millones de dólares de Chevron. Entre otros daños afirman que la contaminación que dejó Texaco provocó 1400 casos de muertes por cáncer.

La demanda, ante cortes norteamericanas, está a cargo de abogados cazademandas de Nueva York.
La operación fue iniciada por Texaco en 1972, y luego fue continuada a partir de 1990 por la petrolera estatal ecuatoriana Petroecuador, por lo que Chevron afirma que los daños ambientales serían producto de las malas condiciones de trabajo de la petrolera ecuatoriana.

Chevron argumenta que el caso ha sido politizado por el gobierno de Correa y que fue Petroecuador la causante de la contaminación en los últimos 19 años. El juez a cargo de la causa, señalado por Chevron por imparcial, promete resolver el caso en no más de un año, a pesar de que debe revisar 145.000 páginas de evidencia.

Entre los documentos que comprometen a Chevron citan un memo de Texaco al management local de la empresa a informar solo de filtraciones que llamen la atención de los medios o las autoridades.

Chevron trabaja en Estados Unidos con Ogilvy PR, y los extensos informes de la TV de Estados Unidos sobre la crisis, de la CNN o 60 Minutes han recibido cientos de miles de visitas en YouYube, lugar en el que Chevron también colocó sus respuestas en video, aunque con resultados mucho más discretos.