La misteriosa Maky con el periodista Nelson Castro |
Maky Fontanarrosa, a misteriosa asesora de prensa detrás de las denuncias que condujeron a la detención del poderoso jefe sindical de los bancarios, Juan José Zanola, abandonó a su cliente y rival sindical del capo gremial detenido para asesorar a algunos de los damnificados por la falsificación de medicamentos oncológicos.
Fontanarrosa, cuyo nombre es un seudónimo, dejó de asesorar a Hugo Desal, el líder sindical opositor a Zanola, a quien había llevado a un raid mediático con sus graves denuncias de adulteración de terapias oncológicas en el Policlínico Bancario y se lanzó a una contienda interna por el poder en el gremio.
Las denuncias que llevaron a la inédita detención de Zanola y su pareja y administradora de la obra social, Paula Avallay, así como a otros implicados, indican que el policlínico compraba a sabiendas drogas oncológicas de alto precio adulteradas y le facturaba al Estado como si fueran buenas. Luego se las suministraba a los pacientes sin que tuvieran efecto alguno.
Una de las defendidas de Fontanarrosa es Gabriela Blanco, hermana de Claudia, que falleció en el policlínico sindical por haber sido tratada con drogas falsas. Otro caso es el de Mirta Martínez, a quien le fallecieron 2 hijos de fibrosis quística en la clínica del terror: si bien es una enfermedad terminal, podían haber llegado a vivir hasta los 19 años.
Según denuncias de la ex ministra de Salud, Graciela Ocaña, una docena de obras sociales sindicales, incluso la de camioneros, del propio jefe máximo sindical, Hugo Moyano, compraban y suministraban drogas adulteradas para tratamientos sensibles.
Maky Fontanarrosa, cuyo verdadero nombre es conveniente preservar por temor a represalias sindicales, es considerada actualmente por los gremialistas bancarios como una “mesiánica”. La consultora también colabora con la ex ministra Ocaña y la Fiscalía.
El caso se convirtió en un escándalo con sospechas de vinculaciones con el llamado “Triple Crimen de General Rodríguez” del que están saliendo supuestas conexiones entre la falsificación de medicamentos en asociación con las obras sociales sindicales, el tráfico de efedrina y el financiamiento de las campañas electorales del gobierno kirchnerista.
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