Tapa negativa de Der Spiegel: Google no quiere ser malo

Por Diego Dillenberger

Dicen que si tiene pico de pato, cola de pato y camina como un pato y hace cuac, probablemente sea un pato: silenciosamente, Google está dando señales de que está preocupándose por su imagen y comunicación más que nunca ¿Cambio de estrategia de PR?

En los últimos días sucedieron varios hechos que están demostrando que la relación del mundo con Google se ha vuelto más compleja y que la empresa ya no es más vista solo como un “exitoso buscador de Internet”. Los medios la empiezan a describir como algo mucho más grande y digno de temor, a medida que crecen sus aspiraciones. Mal que le pese a la compañía que solía verse como el David frente a Goliats como Microsoft, el riesgo que corre su excelente reputación es cada vez mayor.

Por otro lado, Google también ha estado dando señales de que se empezó a preocupar más por sus departamentos de PR y que está cambiando cierta visión negativa sobre las PR y el marketing que les atribuyen a sus fundadores, Sergey Brin y Larry Page. Según “Googled: The End of the World As We Know It”, libro crítico de Ken Auletta lanzado a fin de año en Estados Unidos, ambos ingenieros habrían manifestado abiertamente su desdén por las PR y su desinterés por la relación con los medios y el marketing.

Es muy probable que Google ahora esté revisando sus comunicaciones y, particularmente, su política de relaciones públicas, con miras a enfrentar aún más protagonismo que el que ya tuvo hasta ahora: con sus pros y cada vez más contras. Un ejemplo: esta semana el influyente semanario alemán Der Spiegel le dedicó su tapa “La multinacional que sabe más sobre usted que usted mismo”. La tendencia es a sospechar cada vez más que Google podría abusar del nivel de información que tiene de la gente y el poder que tiene en el tráfico de Internet: hoy la columna vertebral del mundo moderno.

La movida más interesante de Google fue la decisión, tomada el martes último, de dejar de cooperar con la censura en China: Google explicó que cuentas de gmail de activistas por los derechos humanos en China fueron intervenidas e insinuó que se trató de fuentes gubernamentales de ese país. La empresa norteamericana comunicó oficialmente que dejaba de filtrar información sobre China, como lo había hecho al principio como condición para entrar en ese país. Si bien la acción se derrumbó en los mercados por el riesgo de perder el negocio chino, lo más probable es que a largo plazo esta decisión mejore sustancialmente la imagen de Google al mostrarse mucho más responsable y comprometida con valores de ética y gobierno corporativo. ¿Hará lo mismo su más pequeño rival Yahoo!, que también coopera con las autoridades comunistas chinas?

Otro cambio significativo es la designación de una nueva jefa máxima de PR. Se trata de Jill Hazelbaker, una joven de 28 años pero con gran experiencia como jefa de campaña política: ayudó al alcalde neoyorquino Michael Bloomberg en su última campaña y, anteriormente, fue la jefa de prensa de la contienda electoral del senador John McCain, el frustrado retador de Obama.

La joven “Maquiavela” reemplazó así a Matt Furman, y la intención evidente de Google es tener a alguien con capacidad de lobbying para enfrentar el escrutinio de legisladores, reguladores y críticos de los medios preocupados por el enorme poder que está teniendo Google.

Pero incluso en el Cono Sur, Google lanzó semanas atrás una revisión de sus consultoras de comunicación en Argentina, Chile y Perú. Expertos opinan que la empresa podría estar pensando a nivel mundial en contratar servicios de consultoras que no solo tengan excelente llegada al periodismo especializado en tecnología, como la actual Mazalán Comunicaciones. Además de capacidad para el lobbying, los consultores que trabajen para Google deberán moverse bien en el mundo del consumo masivo, desde que el buscador irrumpió en el negocio de la telefonía con su teléfono Nexos, para competir con el IPhone y BlackBerry.

El lema más famoso de Google es un cartel en su cuartel central que reza: “Don”t be evil” (No seas malo). Es evidente que la empresa ahora siente que se lo tiene que tomar en serio.