La consultora de relaciones públicas Fineman PR, de San Francisco, California, lanzó, como desde 1995, su clásica lista de los diez primeros puestos de las “metidas de pata” de las PR en 2007, según publicó el periódico The Huffington Post. La iniciativa de Fineman tiene como objeto dar a los líderes de corporaciones un recordatorio anual sobre cuán críticas pueden ser las malas relaciones públicas.
Encabeza la lista “¿No hay reporteros? Ningún Problema” – la falsa rueda de prensa organizada por la Federal Emergency Management Agency (Agencia Federal para el Manejo de Emergencias; FEMA) en torno de los incendios forestales en California, en la cual, ante la ausencia de periodistas, los propios empleados de FEMA hicieron preguntas al subdirector de la entidad, Harvey E. Johnson, haciéndose pasar por reporteros.
Por ello, FEMA también mereció una Mención Deshonrosa en los “Falsies Awards” 2007, entregados por el Centro para Medios y Democracia.
El segundo lugar lo ocupa una campaña publicitaria muy mal concebida. Cuando los residentes de Boston de repente notaron extraños y titilantes dispositivos conectados a puentes, depósitos de autobús y estaciones de metro, alertaron a las autoridades de la ciudad, que cerraron esas secciones de la ciudad para quitar los dispositivos y asegurarse de que no estuvieran relacionados con una amenaza de bomba u otra actividad terrorista. ¿El culpable? La emisora norteamericana Turner, a la cual está afiliada el canal Cartoon Network, que utilizó el recurso para anunciar su programa “Aqua Teen Hunger Force”. La novedosa campaña generó la suspensión de servicios de subte, el cierre temporario de autopistas y puentes y el arresto de empleados de Interference, la agencia a cargo.
En el puesto 8, el gobernador californiano Arnold Schwarzenegger, sufrió una gaffe involuntaria frente a periodistas hispanos de los Estados Unidos, cuando en un encuentro con inmigrantes latinos les aconsejó “apagar la TV hispana y no leer sus medios” como consejo para aprender más rápido inglés (él mismo todavía no se saca su acento austríaco). Más tarde se dio cuenta de que se enojaron mucho con él los periodistas representantes de medios hispanos, como la editora de política del diario La Opinión, de Los Angeles, Pilar Marrero, que salió enfurecida de la conferencia.