La justicia suiza, donde tiene sus oficinas la entidad dirigida por Joseph Blatter, está investigando las controvertidas elecciones de las copas del mundo 2018 y 2022, en Rusia y Qatar, respectivamente. Por su parte, las firmas que patrocinan a la FIFA debaten qué hacer con sus contratos. Los expertos les habían recomendado que “sean duros con los corruptos”.

Jason Blake, vicepresidente de la agencia MEC Access, aconsejó que los patrocinadores metan presión públicamente, pero también en privado, para que los consumidores vean que no condonan las presuntas más de dos décadas de corrupción.

Adidas, Coca Cola, Gazprom, Hyundai y Visa aparecen como sponsors en el website de la FIFA, mientras que Budweiser y McDonald’s son patrocinadores de la Copa del Mundo.

Visa fue una de las firmas que más vigorosamente se pronunció al respecto; incluso deslizó que está considerando discontinuar su contrato, que finaliza en 2022.

Adidas emitió un comunicado en el que se expresa “totalmente comprometida con la creación de una cultura que promueva las normas más altas de ética”, y que espera lo mismo de sus partners comerciales, en referencia a la FIFA.

Por su parte, Coca Cola también fue enérgica y afirmó que “esta larga controversia ha opacado la misión y los ideales de la Copa Mundial de la FIFA, y nosotros hemos expresado repetidamente nuestra preocupación respecto de estas serias acusaciones”.

Hyundai, la casa matriz de Kia, dijo que “los estándares éticos y de transparencia son su más alta prioridad”, que está extremadamente preocupada por la situación y que continuará supervisándola de cerca.

Ayer, luego de conocerse la renuncia de Blatter, la alemana Adidas sacó un comunicado congratulándose de la dimisión del polémico mandamás de la FIFA: “Le damos la bienvenida al compromiso de la FIFA con el cambio, el Grupo Adidas está comprometida en crear una cultura que promueva los estándares más altos de ética y compliance. La noticia de hoy es un paso en la dirección correcta de la FIFA hacia estándares de compliance más transparentes en todo lo que hace”.

Coca-Cola dijo que respetaba la decisión de Blatter, que es “un paso positivo por el bien del deporte y sus fans”. La cadena McDonald’s fue en la misma dirección y expresó que “tenemos la esperanza que los cambios en la FIFA serán un gran paso para reformar positivamente la organización y recuperar la confianza de los hinchas en todo el mundo”.

En cambio, la firma rusa Gazprom se desentendió del escándalo, afirmando que no afecta su patrocinio en absoluto. Era previsible que el gigante de gas y petróleo ruso se diferenciara de las marcas occidentales, dado que entre las sospechas de la fiscalía estadounidense hay una presunta coima del régimen ruso de Vladimir Putin a la FIFA para obtener el Mundial de Fútbol 2018 en Rusia contra la propuesta de Gran Bretaña. Moscú, junto con Qatar, se convirtió en uno de los pocos defensores de la FIFA de Joseph Blatter. La justicia estadounidense sospecha que también Qatar consiguió ser sede del mundial de manera irregular, sobornando funcionarios de FIFA.

Al margen de los sponsors de la FIFA, Nike, que viste a la selección brasileña, estaría siendo investigada por un presunto soborno en el contrato que firmó con la verde-amarela en 1996. Sin referirse directamente a esta especulación, Nike dijo que está preocupada por “acusaciones muy serias” y que está cooperando con las autoridades. “Nike cree en la ética y el juego limpio tanto en los negocio como en el deporte y se opone firmemente a cualquier forma de manipulación o soborno”.

En tanto, la FIFA está manejando su comunicación de crisis por su cuenta, sin la asistencia de una firma de PR externa.

Los cargos contra el organismo internacional de fútbol son amplios. El Departamento de Justicia de los Estados Unidos alega que la corrupción tiene lugar desde hace 24 años, aunque el director de Comunicación y Asuntos Públicos de la organización, Walter De Gregorio, lo negara en una rueda de prensa.