“Muy poco, muy tarde”: La estrategia armada para Tiger Woods no convenció

Los expertos en crisis management le han bajado los pulgares al crisis management del golfista Tiger Woods, que la semana pasada rompió tres meses de silencio y ostracismo luego del escándalo por las infidelidades múltiples que le costó el abandono de muchos de sus sponsors.

Tiger eligió un mecanismo que el público argentino conoce bien: conferencia de prensa sin preguntas y con público amigo o “claque”. Pero, a diferencia de la presidenta argentina, que suele improvisar con comodidad (aunque también con equivocaciones) sus discursos. Tiger leyó prolija pero fríamente el texto de su arrepentimiento por sus infidelidades.

Los periodistas especializados en golf lo boicotearon porque eligió dar su discurso en el mismo instante en que se televisaba un importante torneo, y los medios en general se enojaron por solo haber dejado entrar a tres agencias de noticias.

En el blog Bulldog reporter, Anne Ready, presidente de Ready For Media; destacó como positivo su llamado a la acción de su claque de que “espero que puedan encontrar en su corazón lugar para creer de nuevo en mí”. Sin embargo la experta en media training dijo que podría haber ahorrado muchas críticas y la salida de muchos sponsors habiéndolo hecho antes. Destacó también como positivo el haberse dirigido fundamentalmente al público femenino, que estaba escandalizado, y menos a los golfistas, que solo esperan volver a verlo jugar.

La experta también descalificó la ambientación artificial del set, aunque entiende que el golfista se sintió más cómodo.

Jim Cameron, de Cameron Communications, opinó que el set era totalmente artificial y se notaba, y que su disculpa no sonó a disculpa, fundamentalmente por el tono del discurso leído, lo que descalificaría a sus asesores.

El propio Woods sonó frío y mal actuado y no se lo vio conectándose bien ni con su propia madre, entre la claque. “Fue muy poco y muy tarde para remedar su marca”, dijo y pronosticó que el golfista, que por ahora dejó de jugar, “volverá, pero jamás volverá a ser una estrella”.